Iker Muniain desafía a El Sadar

Iker Muniain no ha querido perderse un partido que tiene señalado en fluorescente desde que se sortea el calendario. El diablillo rojiblanco, recuperado de su lesión ante el Almería, visita El Sadar, un campo en el que no despierta precisamente grandes simpatías. Y menos después de que hace tres temporadas marcase prácticamente en la última jugada el 1-2. Estará en la diana de una grada con cuatro aficionados del Athletic por los precios de Archanco y el mal tiempo.

El derbi es trascendental para ambos equipos. Osasuna, que gracias a los métodos de Gracia se ha convertido en un rival complicado, nota el arreón de los equipos de la zona baja. Lleva cinco partidos sin perder, empezó la gran serie con el 2-2 ante el Real Madrid. Un aviso de que ante los equipos potentes es un adversario incómodo, que trabaja sin desmayo en el balón dividido y las coberturas. Cuenta con Oriol Riera como referencia y un mejorado Roberto Torres, a quien Lezama dejó de fichar en cadetes. Habrá que ver si se dejan notar los casos de Loe y Silva.

La del Athletic es otra pelea, la de Champions. A pesar del tropiezo del Villarreal ayer, que le permite un colchón más amplio ante un posible revés en Pamplona, tiene a la vuelta de la esquina la visita de Cristiano y cía después de la batalla sin cuartel que le espera en Copa ante el Atlético. Ganar o empatar le deja muy cuarto.

Pulso físico. Valverde no conoce la derrota en El Sadar en siete visitas con cuatro equipos, por lo que debe saber bien cómo contrarrestar las virtudes osasunistas. Eso sí, le debe asaltar la duda de cómo responderá en el plano físico su equipo tras la acumulación de partidos. Lo ve como un partido para demostrar cosas y reclamó carácter, y olvidarse del cansancio.

Rotaciones al margen, el técnico rojiblanco puso a lo mejor que tiene en la convocatoria. Quizás la inclusión de San José para el balón parado sea una medicina visitante para ambas áreas. Y existe posibilidades de que de aire a Iraola. No hará concesiones.

Partido muy especial para Kike Sola y Beñat

Kike Sola vuelve por primera vez a El Sadar después de su fichaje por el Athletic. El de Cascante no se ha medido todavía a Osasuna, ya que en la ida, no saltó al campo de Anoeta. Como el club rojillo ingresó un buen dinero, la afición local no ha terminado de uñas con él como con otros ex que han ido a Bilbao. Quien recuerda también con cariño este campo es Beñat Etxebarria, quien se puso por primera vez la camiseta rojiblanca en un partido en Pamplona, en la época de Sarriugarte. Fue un 29 de octubre de 1986 y el de Igorre suplió a Yeste en el minuto 84. El partido terminó empate a uno con tantos de Gabilondo y Soldado. El técnico fue destituido jornadas después y Beñat regresó al filial. Se volvió a asomar en una convocatoria campañas después a las órdenes de Mané. No corren los mejores tiempos para ambos leones.