REAL MADRID 1 - ATLÉTICO 2

Neptuno fue una gran fiesta

Nada más acabar la final de Copa, la plaza donde los atléticos celebran sus triunfos se fue llenando para festejar la victoria. "¡Mourinho quédate!", fue el cántico estrella.

Javier LizónEFE

Nunca antes el trayecto de poco más de medio kilómetro que separa la Plaza de Cibeles de Neptuno había sido recorrido con tanta pasión por los aficionados colchoneros como anoche. Al poco de concluir el partido varios cientos de hinchas colchoneros iban apareciendo para rendir tributo por quinta vez en las últimas cuatro campañas al dios del mar. Sabían que los jugadores no iban a aparecer, pero eso no era excusa.

Muchos llegados directamente desde el Bernabéu y otros de locales aledaños o, incluso desde sus casas. Los que hacían el trayecto desde Cibeles llegaban aún más animados. Madrid se tiñó anoche de rojiblanco. Poco después de la una de la mañana ya había concentrados mil colchoneros en torno a una fuente blindada por la Policía. Casi catorce años llevaba la gente esperando una victoria como ésta. Los cánticos se repetían. Courtois y Simeone eran los más vitoreados por la mayoría. Aunque todos también coincidían en una melodía que con ironía entonaban enfervorecidos los hinchas: “¡Mourinho quédate, Mourinho quédate!”. Otro de los cánticos estrella fue el "Ole, ole, ole, el Cholo Simeone".

Por su parte, los héroes de la Copa celebraron el título en el restaurante Fortuny.

Lágrimas. También fue una emocionada celebración. Lágrimas de alegría que daban a entender que los cuatro títulos anteriores más cercanos habían encantado a los aficionados, pero éste, por el escenario, el tiempo sin ganar al Madrid y la manera épica de hacerlo en la prórroga será difícil de olvidar para la parroquia rojiblanca. Hoy todos volverán a repetir en la rúa que llevará a los jugadores desde el Calderón hasta la plaza de Neptuno, pasando por Cibeles.

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