Europa League | Octavos | Ida | Atlético Madrid 0 - Sporting Portugal 0

El Atlético se autocondena a sufrir en Lisboa

El conjunto madrileño no fue capaz de marcar un gol al Sporting, que jugó una hora con un hombre menos por expulsion de Grimi en el minuto treinta por dos entradas fuera de lugar sobre Reyes. Aunque ninguno de los dos equipos realizó un buen juego, los rojiblancos merecieron mejor suerte. Tonel se auto expulsó en los últimos minutos por un empujón sobre Agüero con el juego parado.

ABEL ROMERA
INCAPAZ. Ni Agüero ni el resto de jugadores del Atlético fueron capaces de marcar un tanto a un Sporting de Portugal que jugó con un hombre menos sesenta minutos de partido.Reuters

El Atlético de Madrid no fue capaz de ganar al Sporting de Portugal en el Vicente Calderón en la ida de los octavos de final de la Europa League y empató a cero con el conjunto luso, que jugó con un hombre menos durante sesenta minutos por expulsión justa de Grimi por dos entradas fuera de contexto sobre Reyes. Las ocasiones claras de gol fueron escasas. La mejor de los visitantes fue para Liedson, que estrelló el balón en el larguero de De Gea, mientras que Agüero tuvo la local y Rui Patricio se cruzó en su camino tras una buena jugada individual en la que pecó de egoísta con Simao solo para marcar. Tonel se auto expulsó en los minutos finales por un empujón sin sentido sobre Agüero con el juego detenido. El Atlético viajará a Lisboa con su portería a cero, pero obligado a marcar en el José Alvalade.

El Atlético de Madrid recibió al Sporting de Portugal con la intención de acabar con el gafe que le acompaña desde 1964 y que no le ha permitido batir a ningún rival del país vecino desde ese año. Fue al Oporto y fue la primera vez que se enfrentó a un conjunto luso. Los cuatro enfrentamientos posteriores se saldaron con derrota para el conjunto español. Quique anunció durante la semana que saldría con todo, y así lo hizo. El once inicial colchonero fue el formado por De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Reyes, Paulo Assunçao, Raúl García, Simao; Forlán y Agüero. Ante ellos, un Sporting siempre peligroso pero que ha bajado mucho su nivel en las últimas tres decadas. Las esperanzas visitantes estaban depositadas en el trío formado por Izmailov, Veloso y Moutinho y en su capacidad de surtir de balones a Liedson, principal referente en ataque. Tiago, Ibrahima, Cabrera, Pablo, Djaló, Carriço y Caneira no estuvieron en la cita por diferentes motivos.

Salvo un disparo sin peligro alguno de Izmailov en el segundo minuto de partido. El primer cuarto de hora del encuentro se consumió con un dominio alterno que se concentró en la medular entre ambos equipos para hacerse con el control de la situación y del partido. El Atleti daba muestras de necesitar tener la pelota para perderle el miedo al partido y al rival, pero era el conjunto lisboeta el que acabó asentándose mejor sobre el césped del Calderón y se metió antes en el partido que el equipo español, que se mostraba frío y no era capaz de encadenar más de tres pases seguidos. A los doce minutos de partido Valera sustituyó a Perea, que se vio obligado a retirarse del campo entre lágrimas de rabia por unos problemas en su rodilla. Ni Atlético ni Sporting trataban bien el esférico, ninguno de los dos conjuntos eran capaces de poner en movimiento su engranaje para meter en problemas a su rival.

Las jugadas de ataque de locales y visitantes no encontraban finalización ni por asomo. Viendo la actuación del conjunto local, tan sólo un destello de calidad individual de Reyes o Agüero, o una conexión entre ambos, parecía la principal y quizás única baza de los del Manzanares para romper la igualada que campeaba en el luminoso. Al borde de la media hora de juego, llegó la mejor ocasión local y la mejor ocasión visitante, en apenas un par de minutos. Una buena acción individual de Agüero dentro del área, que acabó con un disparo algo desviado del argentino, precedió un zapatazo de Liedson que se estrelló en el larguero de De Gea como un misil poniendo el nudo en la garganta de la parroquia rojiblanca.

Con el susto todavía en el cuerpo por la ocasión lusa, llegó la primera buena noticia para los locales en el partido. Tan sólo media hora le duró el lateral Grimi a Reyes. Dos entradas totalmente fuera de tono y sin sentido del luso sobre el utrerano le costaron al defensa dos cartulinas amarillas que dejaron a su equipo con un futbolista menos con sesenta minutos de partido por delante. La superioridad numérica del conjunto madrileño le otorgó ese 'plus' que le faltaba para ganar confianza e intentar de forma concienzuda adelantarse antes de la llegada del intermedio. Un latigazo de Agüero desde dentro del área que se estrelló en el lateral de la red de Rui Patricio puso punto y final a una primera mitad en la que tampoco faltó la polémica. Uno de los asistentes de Pieter Vink señaló un fuera de juego que no fue en el minuto 33 con Agüero solo ante la meta rival.

La superioridad que se esperaba del Atlético sobre el Sporting al contar con un hombre más no se hizo patente en los primeros minutos de la segunda mitad, lo que arrancó los primeros pitos de la grada del Vicente Calderón. La afición rojiblanca era consciente de que, con un hombre más, sólo era necesario subir una marcha en la velocidad del juego para, al menos, tener opciones de abrir la lata. Los de Quique apretaron y en tan sólo dos minutos gozaron de dos ocasiones claras de gol. Ujfalusi tuvo la primera con un remate de cabeza que se perdió por poco y Agüero tuvo la segunda en una excelente jugada individual en la que bailó a Veloso y Polga para acabar pecando de egoista y lanzar a puerta cuando Simao se encontraba en inmejorable posición para marcar. Precisamente fue el portugués el primer hombre que retiró del campo Quique para dar entrada a Salvio.

A falta de media hora para el pitido final, el Atlético se lanzó decididamente al ataque a tenor de la pasividad ofensiva de su rival. El acoso español sobre la portería de Rui Patricio fue constante ante un Sporting que, por momentos, se defendió achicando agua como podía. A medida que pasaban los minutos y las llegadas se iban al limbo a la vez que disminuían, el equipo rojiblanco se quedó sin recursos y sus ánimos se fueron apagando hasta que lo hicieron del todo. El Atlético se olvidó o no supo como marcar en un partido que dominó y tendrá que sufrir en el José Alvalade en el partido de vuelta. El conjunto madrileño mantuvo su portería a cero en casa, cosa muy valiosa en una eliminatoria a dos partidos, pero está obligado a marcar en Lisboa para pasar a cuartos de final.

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