El Sacerdote es sin duda una de las clases que más beneficiadas se han visto con la llegada de las últimas expansiones de Hearthstone, y con Kóbolds y Catacumbas ha obtenido algunas más que posiblemente sean las mejores de todo el set.
Pero Blizzard ha sabido guardarse hasta el último momento la carta que podría contrarrestar al actual meta Pathfinder, centrado en la combinación de Raza y Anduin Siegasombras para causar estragos a través del poder de héroe sólo si el mazo no contiene cartas repetidas.
Una nueva herramienta para mazos de control
La Oscuridad es un esbirro legendario con coste 4 de maná y unos brutales atributos de 20/20. La pega es que entra en el campo de batalla Aletargada, es decir, que a efectos prácticos ocupa un espacio pero no puede atacar ni ser atacado. Para poder despertar, el rival tiene que robar una serie de velas que la propia carta baraja en su mazo como Grito de batalla.
Aquí llega lo interesante. Al ser tres copias de una misma carta, y al poder ser utilizada en el turno 4 de la partida, puede echar por tierra el efecto temprano de Raza, o incluso el de Kazakus, al enfrentarse al Sacerdote.
La Oscuridad está a su vez muy bien equilibrada. Es una amenaza acechante que genera tensión, pero también ocupa un espacio en mesa que ningún otro esbirro puede ocupar mientras está aletargada. Una vez despierta, puede desaparecer con el uso de removals baratos, pero si es usada en el escenario correcto, podría aniquilar al enemigo con mucha rapidez.