Expansión tras expansión, suele quedar claro que el meta competitivo de Hearthstone siempre acaba enfocado en una mezcla entre los mazos más agresivos y balanceados respecto a las posibilidades de triunfar contra los arquetipos más populares.
Pero Blizzard no se centra sólo en crear cartas "viables", equilibradas o poderosas, quieren seguir innovando con mecánicas y resultados inesperados, alocados y sobre todo, divertidos. El componente del azar es uno de los elementos más criticados del juego de cartas, y al mismo tiempo es su seña de identidad y el principal aliciente que genera espectáculo en la visualización de sus partidas, sean competitivas o no.
Lo curioso con las cartas que están revelándose de la expansión Caballeros del Trono Helado, por otra parte, es que se salen de los cánones más habituales para traer situaciones más arriesgadas y con usos que en un primer vistazo podrían no resultar del todo evidentes.
Una expansión centrada en los trucos
Es lo que ocurre con Treachery, un nuevo hechizo de brujo que otorga a nuestro rival el control de un esbirro amistoso. Lo primero que se nos pasa por la cabeza es un combo con el Orador del Sino, y no es la primera carta de la expansión que ofrecerá un combo específico con el suicida limpia mesas. Pero existen más tácticas, sobre todo junto a esos esbirros con último aliento que desatan reacciones desfavorables para su poseedor.
Simulacrum, hechizo de mago, copia el esbirro de nuestra mazo con menor coste. A primera vista resulta una carta muy, muy situacional, pero que puede encajar perfectamente en un arquetipo de mago centrado más en el control.
Unwilling Sacrifice, también hechizo de brujo, nos permite sacrificar un esbirro amistoso para acabar con un esbirro al azar del enemigo. De nuevo, muy situacional, pero claramente pensado para el formato zoo, y que puede realizar estragos imprevistos en los momentos oportunos.
Por último, también se ha presentado Glacial Mysteries, otro hechizo de mago con un elevado coste de 8 de maná que realiza el mismo efecto que el ínfame Contrincante misterioso, pero sin las ventajas que este otorgaba al ser esbirro de coste 6.
Los cuatro son hechizos que entrañan riesgos, pero bien usados pueden cambiar el curso de una partida. Están enfocados a un público más exigente, que disfruta más de los trucos, de jugar con el oponente y aprovechar sus debilidades contra él.
Por supuesto, que sean tan específicas nos deja más desprovistos de opciones en muchos escenarios, por lo que pensar el mazo en el que las incluimos es toda una prioridad. En el formato Salvaje, al menos, pueden brillar muchísimo más. Y no olvidemos que siempre pueden ser descubiertas, con todas sus ventajas y contrariedades.
