La desarrolladora Blizzard ha anunciado Starcraft:Remastered, una versión renovada del juego original que busca darle un lavado de cara gráfico a la par que mantiene la esencia en términos de jugabilidad de un título que salió al mercado hace casi dos décadas. Esta remasterización verá la luz el próximo verano, aunque todavía se desconoce la fecha exacta.
Entre las mejoras señaladas por Blizzard en su comunicado oficial destaca la mejora de los contenidos gráficos y sonoros, que buscan darle “un aspecto moderno” a un “clásico atemporal”. Starcraft Remastered tendrá, además, soporte para pantallas de una resolución de hasta 4K e introducirá nuevas imágenes en el modo campaña. También traerá mejoras orientadas a la competitividad, aunque han asegurado que no piensan cambiar la experiencia de juego ni el equilibrio. La expansión Brood War llegará integrada en la remasterización, a la par que un modo multijugador tanto online como en LAN. Por otra parte, el juego original recibirá un nuevo parche en el que se pulen algunos errores y lo convertirá en un juego gratuito.
Starcraft en los esports
Starcraft es uno de los juegos con mayor trayectoria dentro de los deportes electrónicos. Con una implementación especialmente destacada en Corea del Sur, muchos de los grandes patrocinadores del sector de la telecomunicación del país oriental comenzaron a apostar por los esports a principios del siglo XXI a través de este título. La Starcraft ProLeague, organizada por la KeSPA, dio su pistoletazo de salida en 2003 y se disputó durante catorce temporadas, hasta su cierre hace solo unos meses. No fue hasta 2011 cuando la ProLeague dejó de lado Brood War para dar paso a Starcraft II. Fuera de Corea del Sur se han disputado muchos torneos importantes, como los campeonatos del mundo que se celebran en la BlizzCon o los Intel Extreme Masters, aunque los que gozan de mayor prestigio han tenido lugar dentro de las fronteras del país asiático, proclamándose jugadores coreanos campeones en casi la totalidad de los celebrados.
Los motivos del declive de Starcraft durante los últimos años son diversos. Por una parte, cuando Blizzard comenzó a ver el potencial de su juego como deporte electrónico entro en un conflicto por los derechos de emisión con KeSPA, lo que alejó a los principales jugadores de Starcraft II. Posteriormente, cuando la ProLeague dio por fin el salto a la secuela, las audiencias aumentaron al principio, movidas por el interés de ver a los grandes nombres de Brood War brillar, pero terminaron por caer en picado. La ausencia de buenos números de audiencia alejó a los grandes patrocinadores que respaldaban la competición. Finalmente, la popularidad de League of Legends u Overwatch — también de Blizzard — terminó de dinamitar la escena competitiva de la saga.
Quizá la salida de Starcraft: Remastered pueda servir para que los espectadores retomen el interés en el juego y lo vuelva a situar en la primera línea de los deportes electrónicos.
