Riot Games ha confirmado la expulsión de hasta 16 jugadores de la Oceanic Challenger Series, que va por su segunda semana, repercutiendo con ello seriamente a la competición, ya que estos jugadores representan un 40% del total.
Mediante un artículo, la compañía ha explicado las razones por las que cada uno de ellos han sido penalizados, seis de ellos con una expulsión leve de 2 semanas de juego competitivo y los 10 restantes sancionados para todo el split de primavera o incluso para toda la temporada de 2017.
El peso de la justicia de Riot Games
Sobre las faltas leves, tres jugadores son expulsados por comportamiento negativo y los otros tres por compartir cuentas. De ellos, hasta tres forman parte del mismo equipo, Team Regicide, quienes debido a las expulsiones se han quedado prácticamente sin equipo.
En cambio, los otros diez baneados han sido acusados de boostear cuentas para mejorar el rango de las mismas sin ser los titulares, lo que se considera una falta grave según el reglamento. Siete de ellos han sido sancionados con la expulsión para todo el split, y los restantes no podrán jugar competitivamente en todo el año. Son los casos de Morgan 'Vans' Khuu, Jaeung 'Illusion' Han y Luke 'Luke' Duske.
Ante el problema que esta situación genera para la competición de la OCS, Riot ha comunicado lo siguiente: "Estamos trabajando con los equipos afectados para asegurarnos de que pueden senguir compitiendo en la OCS, y estamos analizando nuestra política sobre los plazos para fichar jugadores de cara a futuras competiciones".
Estas prácticas no son extrañas dentro de Riot Games, conocidos por su severidad a la hora de aplicar sanciones sobre todo antes de partidos importantes. En 2014, un total de 13 jugadores fueron expulsados en Brasil durante todo un año, también por un caso de boosteo de cuentas. El gran problema es cómo el timing de estas acusaciones pueden afectar a los clubes y dejarlos incapacitados para seguir compitiendo por no contar con más jugadores o plazos suficientemente largos para sustituirlos.
