El policía que rescata medallas
Tenía sólo un año cuando su padre le subió por primera vez a una piragua y desde entonces se enamoró de este deporte. Ya con quince años dejó a su familia en busca de ese sueño con forma de medalla olímpica y unos años después lo hizo realidad. Este policía se subió a lo más alto del pódium en Pekín 2008 junto a Carlos Pérez Rial en el K-2 200 y cuatro años después, en Londres 2012, fue plata en el K-1 200. En ambas ocasiones llegó a los Juegos sufriendo, a través del preolímpico, y terminó saboreando la gloria. Una vez más ha tenido que esperar hasta el final para sellar su billete olímpico, en esta ocasión por partida doble; sólo falta que se repita ese final feliz.
Tengo ganas de demostrar que puedo estar de nuevo en lo más alto.
SAÚL CRAVIOTTO