Una nueva puerta hacia el oro
Su afición por el piragüismo le viene de un cursillo de verano que realizó en el Club Atlético San Sebastián. Le gustó tanto que aceptó entrar en la sección de aguas bravas y ya en 2009 se proclamó subcampeona del mundo en K-1. Dos años después, en 2011, volvió a subirse al pódium en un Mundial, en esta ocasión al tercer escalón. Un presagio de lo que ocurriría en Londres, donde se colgó el bronce olímpico. La maternidad llamó a su puerta y tras dar a luz a su hija Anne, ha demostrado que se puede compaginar la competición con ser madre al lograr la plata por equipos en el Europeo de 2014 y el título europeo el año pasado, dejando la puerta abierta a un nuevo oro en Río.
En Río de Janeiro me conformo con el oro.
MAIALEN CHOURRAUT