La mejor amazona española
Las excursiones a caballo eran algo habitual en sus vacaciones de verano en Palamós y cuando le pidió un caballo propio a su padre, éste le hizo socia del Real Club Polo Barcelona para asegurarse de que no era un capricho pasajero. Fue allí donde a los quince años dio sus primeras clases de equitación y a partir de ahí llegó su primer caballo, Vendaval, y sus primeras competiciones, convirtiéndose con el paso de los años en la amazona con más éxitos de la hípica española. En su palmarés se observan dos medallas olímpicas, ambas en Atenas 2004, dos medallas mundiales, ambas en 2002, y cuatro medallas europeas, la última el año pasado. Un buen presagio de cara a Río de Janerio.
En Río me quiero quitar la espina de Pekín y Londres.
BEATRIZ FERRER-SALAT