Tras los pasos de Gervasio Deferr
Abandonó la República Dominicana con su familia cuando era un niño y se instaló en Lanzarote. Allí le entró el gusanillo por la gimnasia al ver los mortales que se hacían en una exhibición. Empezó a destacar y cuando estaba a punto de tirar la toalla porque ya empezaba a tener una edad, apareció Gervasio Deferr, su ídolo, descubridor y mentor, y se lo llevó al CAR de San Cugat. Después se trasladó al de Madrid y llegaron sus primeros éxitos internacionales el año pasado en suelo, una de las especialidades junto al salto del doble campeón olímpico, un ejemplo a seguir para el nuevo referente de la gimnasia artística española, que busca su primera medalla olímpica en Río.
He soñado muchísimas veces con una medalla en Río.
RAY ZAPATA