En la madrugada del jueves 24 de febrero en España, el ejército ruso lanzó una "operación militar especial" en el este de Ucrania. Una ofensiva bélica lanzada por Vladimir Putin para "desmilitarizar y desnazificar Ucrania" que se alarga desde hace más de dos semanas y que se extiende en gran parte del territorio ucraniano, con especial relevancia en las grandes ciudades del país.

Las sanciones, el primer paso para hacer frente a Rusia

Tras el anuncio de la invasión, llegaron las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea. En el caso del país presidido por Joe Biden, las últimas restricciones se han producido contra los productos que más exporta la Federación de Rusia: caviar, vodka, diamantes. Un paquete de sanciones que se suma a las ya establecidas en los últimos días. Además, Biden ha avisado a Putin de que cualquier ataque a un país miembro de la OTAN significaría el inicio de la Tercera Guerra Mundial.

Por su parte, la Unión Europea también ha aplicado distintas sanciones al gigante ruso. Además, multitud de empresas han cerrado sus negocios en el país tras la invasión a Ucrania. Un hecho que Putin no ha pasado por alto. El mandatario ruso ha amenzado a aquellas compañías que han salido de su país.

Rusia continúa el asedio sobre Ucrania

En estos 16 días de conflicto, Rusia no parece haber avanzado todo lo que hubiese deseado al principio de la ofensiva. No obstante, el ejército ruso ha bombardeado varias ciudades al oeste de Ucrania cercanas a la frontera de la OTAN y la Unión Europea. Unos ataques que se complementan con los que siguen asolando las ciudades de Mariupol, Járkov, Chernígov, Sumy y los alrededores de Kiev.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) cifraba en 1.506 las vícimas civiles desde el inicio del conflicto: 549 fallecidos –41 de ellos menores de edad– y 957 heridos con datos del miércoles. Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señala que ya hay 2,5 millones de refugiados y se ha producido un desplazamiento forzoso dentro del país de al menos otros 2 millones de habitantes.