CORONAVIRUS

Reducción de la materia gris del cerebro, último efecto de la COVID-19 según Nature

Un estudio publicado en la revista científica apunta a una pérdida de materia gris en el cerebro tras pasar la enfermedad. Se comparan dos escánares separados por tres años.

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Reducción de la materia gris del cerebro, último efecto de la COVID-19 según Nature
Joaquin Corchero - Europa Press - Archivo EUROPA PRESS

El coronavirus SARS-CoV-2 puede afectar a dos personas similares de formas muy diferentes, pese a contar con condiciones muy parecidas. Los que quienes lo pasan de forma muy leve, apenas como un resfriado común, pero también están los que tienen muchos síntomas o incluso requieren hospitalización. Sin embargo, a posteriori también se pueden detectar efectos secundarios tras pasar la enfermedad.

Según un estudio publicado por la revista especializada Nature, quienes han pasado la COVID presentan cambios en el cerebro que no se aprecian en aquellos que no se han contagiado. Así lo indican tras la realización de un doble escáner: uno antes de la pandemia y el otro en los peores momentos de la emergencia sanitaria. Los datos analizados indican un descenso de la materia gris, siendo las más afectadas las que tienen que ver con el olfato.

Ahora, los expertos tratan de conocer si estos cambios son provocados por el virus en sí o como consecuencia directa de la enfermedad, así como si serán temporales o perpetuos. De hecho, son varios los estudios que asocian el contagio con problemas de carácter neurológico. Algunos síntomas comunes, más incluso que los respiratorios, suelen ser la anosmia o hiposmia (la pérdida total o parcial del olfato).

También, quienes padecen lo que se conoce como COVID persistente tienen dificultades para mantener la concentración. Hasta ahora, sin embargo, no se había indagado en qué pasaba en el cerebro tras contagiarse. Algo que viene a 'solucionar' un grupo de expertos de la Universidad de Oxford, tras analizar imágenes del cerebro de más de 800 pacientes.

Mismos pacientes en diferentes momentos

El estudio se centra en el análisis de estos pacientes en diferentes momentos. La mitad de ellos se contagiaron entre la primera y la segunda resonancia, que fue realizada en un intervalo de tres años. Esto, indican, ha permitido ver y comparar los cambios que se producen tras entrar en contacto con el virus y confrontarlo con los análisis de los voluntarios no contagiados.

Los datos arrojados por el estudio indican una mayor pérdida de materia gris y más alteraciones en los tejidos cerebrales entre los que se habían contagiado. Las diferencias más evidentes tenían lugar en aquellas zonas que intervienen en el sentido del olfato, como la corteza orbitofrontal o el giro parahipocampal. Unos cambios que son mayores a medida que se incrementa la edad.

No obstante, tal y como explica la investigadora del Departamento Nuffield de Neurología Clínica de Oxford, Gwenaëlle Douaud, también se observaron "diferencias en regiones no relacionadas con el sentido del olfato, como el polo temporal, el giro supramarginal o el cerebelo". En lo relativo al volumen global cerebral, se produjo una pérdida "adicional" de un 0,3% entre los infectados. Este dato indica la media, pero en algunos casos se llegó al 2%, siendo mayor en las regiones olfativas.

La segunda de las resonancias fue acompañada de un test cognitivo, como los que realizan personas con enfermedades neurodegenerativas o tras sufrir un trauma cerebral. En general, los que superaron la COVID pasaron dichos test, si bien mostraron un "mayor declive en sus habilidades mentales para ejecutar tareas complejas". Las peores puntuaciones llegaron en la velocidad a la hora de completar las pruebas.