Las zonas rurales tanto de España como de varios países europeos, se han visto diezmadas por la despoblación, es decir, la pérdida masiva de habitantes que emigran a otros lugares, especialmente grandes ciudades, donde puedan encontrar más comodidades. 

Para tratar de solucionar este inconveniente, en Italia lanzaron una iniciativa para revitalizar tanto los propios municipios afectados como algunos de sus inmuebles desocupados, que era la posibilidad de adquirir una vivienda en una zona rural, con un coste de un euro. Este plan, con un precio simbólico, se ha llevado a cabo en localidades como Castropignano (a unos 225 kilómetros de Roma) o Borgomezzavalle, en la región de Piamonte.

Ante la elevada demanda para hacerse con una vivienda a un euro, desde el año pasado estas viviendas se subastan a partir de un precio de dos euros, e incluso su precio final de compra acaba siendo mucho mayor del previsto, y que puede llegar hasta los 10 mil euros, una cantidad muy superior a la establecida en un principio.

Reformas y depósitos que encarecen el precio final de compra

Sin embargo, la inversión no se queda ahí. Entre los requisitos para poder comprar un inmueble en cualquiera de las localidades mencionadas, se encuentra la obligatoriedad de presentar un plan en el que se incluya una inversión destinada a reformar la vivienda adquirida.

Dicha reforma se debe llevar a cabo en los primeros tres años desde que se compró la casa, y para ello se debe presentar una fianza cuyo coste puede subir a los dos mil euros, aunque este dinero se devolverá una vez que finalicen las obras de remodelación, cuyo precio oscila entre los 30 mil y 40 mil euros.

Según declaró el alcalde de Catropignano, Nicola Scapillati, la mayoría de los edificios "están en buenas condiciones, aunque hay cosas que renovar".

Posibilidad de aprovechar los 'superbonos'

Además, se añaden otro tipo de gastos. Uno de ellos es el depósito que se debe realizar de forma anual, cuyo coste es de unos cinco mil euros, demostrar solvencia económica para hacer frente a los pagos y vivir durante un periodo mínimo en las localidades citadas, que puede oscilar entre los tres y cinco años.

Para ello, existe la posibilidad de aprovechar los 'superbonos' del Gobierno italiano, que distribuyen créditos fiscales del 110% para renovaciones de los inmuebles.