Las zonas rurales se han visto diezmadas en las últimas décadas debido a que sus ciudadanos, especialmente los jóvenes, las abandonan para asentar en grandes ciudades, donde pueden encontrar más comodidades y oportunidades de trabajo. Por ello, algunos pequeños municipios buscan métodos para atraer habitantes.

En el caso de Italia, destaca el proyecto de vender casas a un euro, que tiene como objetivo que los compradores adquieran casas antiguas para reformarlas. Así, para atraer a familias italianas y extranjeras, los propietarios de los inmuebles los entregan al municipio para venderlos por este precio. Actualmente, la iniciativa ya funciona en más de 50 localidades, según recoge Antena 3, que ha elaborado un mapa comprobar cuáles son.

“Fue una buena decisión porque desde que decidimos vender casas por un euro hemos conseguido que mucha gente nos conozca y vea que es un sitio tranquilo, con una naturaleza impresionante y en el que además tenemos de todo, restaurantes, farmacias, escuelas, transporte público”, comentó en 2019 a Efe Alberto Preioni, alcalde de Borgomezzavalle, un pequeño pueblo situado en la región de Piamonte que lleva a cabo esta práctica. En un año y medio, la localidad logró vender alrededor de diez casas.

Requisitos para comprar estas casas

Hay casas para todos los gustos, con bodegas, azotea, varias plantas, situadas en el interior de las murallas de un antiguo núcleo medieval… Para acceder ellas, los interesados deben contactar directamente con el municipio y seguir los trámites requeridos en cada lugar, ya que en algunos casos se exigen la cumplimentación de formularios para demostrar el interés y comprometerse a comprar y reformar la casa.

Pero no bastará con demostrar interés, sino que los posibles compradores también deberán cumplir una serie de requisitos que, si bien pueden variar en función del municipio en el que se encuentre la vivienda a adquirir, suelen compartir las siguientes características:

- Quedarse a vivir un mínimo de años, periodo que puede oscilar entre los 3 y 5 años.

- Tramitar la residencia.

- Demostrar solvencia económica.

- Hacer un depósito de 2.500 o 5.000 euros aproximadamente

- Contratar un seguro anual.

- Demostrar compromiso con la ‘vuelta a la vida’ de esos municipios, involucrándose también en las actividades culturales, y no exclusivamente en las económicas.