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¿Se puede usar el papel de aluminio en el horno para cocinar y cuándo?

El papel de aluminio es una de las herramientas más utilizadas para cocinar alimentos. Sin embargo, el debate se centra en si es perjudicial para la salud.

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¿Se puede usar el papel de aluminio en el horno para cocinar y cuándo?
Jose Jacome EFE

El papel de aluminio se utiliza principalmente para cubrir las superficies de los alimentos, para su posterior conservación o para mantener su temperatura una vez ya cocinados. Sin embargo, este instrumento tan usado en las cocinas ha generado un debate entre investigadores y científicos alimentarios sobre la toxicidad de este derivado del papel.

Uno de los mitos más conocidos, es que únicamente se puede utilizar una cara del papel, la más brillante, para poder envolver los productos alimenticios, ya que la otra parte es tóxica. Por el contrario, Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología, desmintió esta teoría. “El papel de aluminio se puede utilizar por ambas partes. Una es mate y otra brillante debido a su proceso de fabricación, pero no quiere decir que sea tóxico”, destacaba el científico español.

¿Es una imprudencia alimentaria utilizar papel de aluminio para cocinar?

En primer lugar, el papel de aluminio tiene que pasar una serie de ensayos para detectar las cantidades de metal para su posterior comercialización, y no puede exceder en 1mg/kg, según recomienda la Agencia Europea de Seguridad del Alimento (EFSA). Además, al tratarse de una composición con metales pesados, su ingesta puede provocar afecciones en nuestro organismo, en el caso de acumulación de grandes cantidades. “El papel de aluminio no es tóxico a no ser que se ingiera”, remarca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Seguidamente, otro de los mitos a remarcar, es la peligrosidad de este material para la preparación de comidas o recetas en el horno, ollas o sartenes, ya que su contacto con los alimentos provocaría una intoxicación alimentaria. Albert Monferrer, tecnólogo alimentario ha despejado este mito, considerando que “es evidente que usar este método para cocinar no supone ningún riesgo, ya que es difícil superar las cantidades máximas permitidas”.

El resultado será que, si ingerimos una parte de los alimentos, cubierta por el papel de aluminio, una pequeña cantidad será absorbida por nuestro organismo y la otra acabará expulsada a través del sistema digestivo, según indica el científico Monferrer. Por ello, no es necesario establecer unos parámetros para conocer la peligrosidad de este material, ya que es mínima, “a no ser que comamos cada día o nos dediquemos a lamer este papel”, reconoce.

Del mismo modo, los científicos alimentarios explican que para evitar estas técnicas de cocina, se pueden utilizar estuches específicos de silicona, cuyo resultado es el mismo, como si empleamos nuestros alimentos con papel de aluminio. “El papillote es una gran técnica para cocinar alimentos saludables”, ratifica Caño.

¿En qué productos hay que prestar una mayor atención?

Únicamente, se ha demostrado que el papel de aluminio tiene mayor capacidad de adentrarse en los alimentos, cuando cocinamos alimentos ácidos o salados (tomates, limón, salsas…). Por ello, la solución para evitar esta posible intoxicación alimentaria, es no cubrir estos tipos de alimentos. Además, no es recomendable recalentar un alimento de estas características en papel de aluminio, ya que es mejor introducirlas en un plato de vidrio.