Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ACTUALIDAD

¿Por qué es tan difícil de controlar el incendio de Málaga?

El fuego, declarado el pasado miércoles, continúa activo y ha quemado ya 7.400 hectáreas, mientras que 2.670 personas de seis municipios han sido evacuadas.

GRAF8080. ESTEPONA (MÁLAGA), 11/09/2021.- Un hidroavión sobrevuela la zona quemada por el fuego del incendio de Sierra Bermeja, que afecta a la localidad de Estepona y que ha obligado a desalojar a más de 1.000 vecinos por la proximidad de las llamas a sus viviendas. EFE/Daniel Pérez
Daniel PérezEFE

Este lunes, 41 medios aéreos han comenzado sus labores para apagar el incendio de Sierra Bermeja, en Málaga, “tras una intensa noche de trabajo de los medios terrestres”, según ha destacado en Twitter la Consejería de Desarrollo Sostenible.

El fuego, declarado en la noche del miércoles, ha quemado ya 7.400 hectáreas. Además, un bombero forestal ha fallecido y 2.670 personas de seis municipios (Jubrique, Genalguacil, Faraján, Pujerra, Alpandeire y Júzcar) han tenido que ser evacuadas. La Guardia Civil y la Policía Nacional, con la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) y la colaboración de varias agrupaciones de Protección Civil, están realizando este desalojo preventivo, han precisado desde el sistema Emergencias 112 Andalucía.

Incendio de sexta generación

Se trata de un incendio diferente a los demás, aunque cada vez es más común. “Los primeros incendios que vimos tan virulentos fue en el 2017, en Portugal, donde 67 personas murieron en el incendio de junio”, precisa Víctor Resco, profesor de ingeniería forestal en la Universidad de Lleida.

Los expertos han calificado estos tipos de fuegos como ‘incendios de sexta generación’. Durante una entrevista en Antena 3, el experto ha aclarado que este concepto de las generaciones “se utilizó para describir cómo ha ido evolucionando el comportamiento de los incendios desde que empezaron a ser un problema en los años 50 o 60 hasta la actualidad”. Durante todo este periodo, han observado que cada 10 años, aproximadamente, se han producido cambios, “y estos incendios de sexta generación son aquellos que son capaces de modificar la meteorología”.

“Por ejemplo, en este caso estamos viendo que cada día se forma un pirocúmulo o incluso dos. La columna del incendio desprende tanta energía que es capaz de producir una propia nube o una tormenta”, añade Resco. Como consecuencia, se generan corrientes y se oxigena “muchísimo” el incendio. “Esto es lo que le está dotando de esta grandísima virulencia que hace que el agua se evapore antes de caigan las lluvias” y sea más difícil la misión de apagarlo, especifica.

Consecuencias negativas para la salud

El experto ha revelado también que Sierra Bermeja tiene un “régimen natural de incendios” y que cada 15 años se producía uno de baja intensidad que eliminaba el matorral. De hecho, afirma que era positivo para los árboles porque actuaba como una especie de riego. Sin embargo, “estas llamas tan altas queman las capas de los árboles y conllevan problemas ecológicos y de salud para las personas que tienen que estar confinadas, especialmente en esta situación de COVID-19, donde se ha visto que aumentan hasta un 10% los ingresos por la inhalación de humos”.

¿Podrá la lluvia apagarlo?

Tras cinco días activo, la situación no ha mejorado, pero la entrada de una borrasca atlántica en España, acompañada de precipitaciones, invita al optimismo: “La única esperanza que queda muchas veces es que llueva”.

Sin embargo, Resco vaticina que se producirán más incendios similares en el futuro. “El problema va a ir a más porque tenemos zonas boscosas con una elevada continuidad de combustible donde la masa vegetal está completamente conectada como pueden ser los Pirineos. Actualmente no hay incendios porque hay humedad, pero a medida que avance el cambio climático, si no gestionamos las masas de una forma proactiva, pasarán a ser inflamables”, advierte.

Accidente aéreo

Uno de los medios desplazados hasta la zona, un helicóptero Superpuma del Plan Infoca, ha sufrido un accidente mientras realizaba tareas de extinción de las llamas. Por fortuna, los 19 ocupantes que iban en la aeronave están bien y no ha habido que lamentar daños personales.

El accidente, según han precisado fuentes del Gobierno de Andalucía, se ha producido tras levantarse una densa nube de polvo, que se habría formado por los mismos trabajos de la maquinaria pesada que ocupa la zona para apagar las llamas. El piloto, tras perder visibilidad, ha colisionado contra un árbol.