El invento español para "ordeñar las nubes"
LIFE Nieblas ha dispuesto 15 torres recubiertas con un material verde y de 4 metros de altura que son unos captadores capaces de recoger hasta 240.000 litros de agua al año.
La desertificación es un fenómeno que implica la pérdida de suelos fértiles y la incapacidad de los ecosistemas de cumplir con su función reguladora para suministrar bienes y servicios. Las zonas consideradas como las más susceptibles de sufrir este efecto son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.
Para intentar solucionar este problema, los responsables del proyecto LIFE Nieblas han montado un laboratorio de pruebas en el norte de Gran Canaria en el que pretenden "ordeñar las nubes". Así, han dispuesto quince torres recubiertas con un material verde y de cuatro metros de altura que son unos captadores capaces de recoger hasta 240.000 litros de agua al año.
Zona con nieblas y pérdida de suelo
Rainero Brandon, técnico coordinador de este plan, explica en LaSexta que "el proyecto se basa en un uso que se lleva haciendo en la isla desde la época prehispánica: la población aborigen ya utilizaba los árboles como captadores de agua de niebla para ordeñar las nubes y beber o dársela a los animales".
Se busca que la solución pueda ser exportable a cualquier zona con nieblas y que haya experimentado una pérdida de suelo. En ese caso, los captadores pueden llegar a paliar el problema.
El denominado 'Efecto Foehn'
La elección de Canarias no ha sido hecha aleatoriamente: se trata de un terreno afectado por la desertificación y su orografía produce el denominado 'Efecto Foehn'. Tal y como detalla Brandon, este se produce cuando "llega un viento alisio del norte cargado de humedad, que al subir por las laderas se condensa, se enfría y produce una precipitación horizontal. Hay mucha agua en la ladera norte, pero la ladera sur se seca".
Cuando eso ocurre, entran en acción los captadores, según declara en el citado medio Gustavo Viera Ruiz, director técnico de LIFE Nieblas: "Su función es la que hacen los árboles de manera natural: captar la humedad de las nieblas que hay en la zona, precipitar esas microgotas y trasladarlas a depósitos de agua para su utilización en reforestación ambiental".
Otra de las ventajas es que permitirá reducir la huella de CO2, algo que para Viera implica "trabajar con diferentes sistemas de riego que nos van a permitir ser más autónomos a la hora de mantener la restauración ambiental y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero".
España, en riesgo
En España hay territorios que acusan notablemente la desertificación. Así lo atestiguan los últimos datos del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación del Ministerio de Agricultura. Las peores cifras de degradación del suelo se dan en Las Palmas (97,53%) y en Santa Cruz de Tenerife (53,90%).