Desde su residencia en Estados Unidos, Adolfo García-Sastre muestra su enfoque más positivista de cara al fin de la pandemia. Su familia está a punto de completar la vacunación, incluidos sus hijos veinteañeros, gracias al ritmo de vacunación tan levado que el país americano ha cogido desde hace meses. Lo cual, le hace pensar que pueda visitar España, su país natal, este próximo verano. Y es que, uno de los virólogos más escuchados en el último año, ya pone una fecha para la recuperación de una cierta normalidad en nuestro país.

En una entrevista a El País, García-sastre habla de un período de “dos y cuarto meses” para llegar a ese punto de normalidad. Y todo gracias a la vacunación. “Depende de cuánta gente esté vacunada”, advierte el virólogo quien, además, apunta que este verano “el número de contagios será menor y cada vez hay más vacunados”. Pero, lo mejor, es que estima que el próximo invierno “tampoco es probable que haya muchos casos” y en Navidades “ya llevaremos meses sin muchos contagios”. Con ello, el coronavirus podría pasar a un segundo plano a finales de año y, cada vez, con menos restricciones.

Y es que, con este ritmo de vacunación, muchos ya plantean el fin de las mascarillas en espacios exteriores para los próximos meses. Sin embargo, García-Sastre apunta que, pese a ciertos países volverán a una normalidad, “se va a tener aún un tiempo” en recuperar ese nivel de vida a nivel global. “Vamos a seguir asustados por posibles nuevas variantes y a estar muy pendientes de qué ocurre en países como la India”, comenta a El País. Y es que, en estos países menos desarrollados llegarán “a la normalidad no a través de las vacunas, si no por la infección”, lo que supone “la pérdida de muchísimas vidas”. Por ello, resalta la importancia de la llegada de vacunas a las zonas más desfavorecidas.

¿Habrá revacunación con el tiempo?

Pese al avance de la vacunación en todo el mundo, una de las grandes incógnitas de estos sueros está en conocer cuánto durará su inmunidad. García-Sastre indica en esta entrevista que “no hay una respuesta adecuada”, porque, con seis meses de vacunación, es pronto parada dar una respuesta certera. Lo que se conoce es que “los anticuerpos capaces de neutralizar al virus bajan tiempo después de la vacunación”, aunque se desconoce el nivel al que llegan. Pese a todo, apunta, que si hace falta una revacunación será “secundaria”, es decir, “postpandémica”. “No necesitaremos revacunar para acabar con la pandemia”, comenta, pero sí para “mitigar el número de casos que queden”.

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El paso del tiempo también ha dado lugar a más conocimiento sobre las variantes. El virólogo español apunta en El País que “la cepa inglesa es más transmisible” pero, a comparación de los primeros estudios que se revelaron sobre esta variante, no cree que sea más letal. “Yo creo que no se ve realmente un incremento destacado de letalidad y además es muy difícil determinarlo”, dice, pero lo que sí tiene claro es que esta cepa en concreto “no evade la inmunidad” de las vacunas.

Sin embargo, sí podría darse un cambio en el nivel de inmunidad de la vacuna con el resto de cepas que se conocen, como la sudafricana, brasileña o la india. En estos casos, apunta García-Sastre, se podría dar una bajada del “95% al 75%”, cosa que “no evita que las vacunas puedan acabar con la pandemia”. Lo que, a la larga, podría provocar rebrotes -como en el caso de la gripe- pero que, sin duda, “ya no serán pandémicos” ni “habría crisis sanitarias” como la habitual.

Trabaja ya en una nueva vacuna

Adolfo García-Sastre sigue trabajando en acabar con la pandemia. Para ello, sigue insistiendo en que las vacunas son la única salida y que, de seguir así, la duda está en cuándo saldremos de la pandemia. “Con más vacunas, acabaremos antes”, indica. Por ello, trabaja ya en una nueva vacuna que, espera, “si todo va bien” poder usarse “antes de final de año”. Unas dosis “uy baratas de producir” que, espera, se usen sin patente: “La idea es que hagan la vacuna por su cuenta y la usen por su cuenta”. Eso sí, los países más desarrollados “tal vez tenga un precio, aunque en los países ricos ya llegamos tarde”.

Esta nueva vacuna ha recibido ya el nombre de HexaPro y es un híbrido novedoso. Y es que, por un lado, lleva la secuencia de ARN de la proteína S del coronavirus, es decir, como si fueran unas instrucciones para su fabricación. Una proteína que, además, estará mejorada frente a las vacunas que actualmente está en uso, siendo más estable y, por tanto, con una respuesta inmune que debería ser más potente. Pero lo más novedoso es el vehículo que lleva la proteína hasta los individuos: una vacuna para pollos contra la enfermedad de Newcastle, que puede causar terribles epidemias en granjas. Por el momento, ya se encuentra en fase de pruebas en diferentes países del mundo.