La gama de mascarillas para luchar contra el coronavirus es cada vez mayor. A las clásicas quirúrgicas, más empleadas antes de la pandemia en entornos sanitarios, se le han ido añadiendo las FFP2, FFP3, las higiénicas de tela o unas novedosas conocidas como elastoméricas.

La demanda de este accesorio, vital para prevenir los contagios por aerosoles, también ha tenido una consecuencia negativa, como es el incremento de residuos. Es frecuente salir a pasear y encontrarlas tiradas por el suelo. Por ello, se antoja necesario para el planeta el desarrollo de unas que sean biodegradables.

En ello trabaja el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto con la empresa Bioinicia. La institución española está metida de lleno en el desarrollo de unas mascarillas FFP2 fabricada con elementos 100% biodegradables, que se convertirían en las primeras del mercado con esta singularidad.

Propiedades

Serán similares a las lanzadas hace unos meses, con la diferencia de que las gomas también serán biodegradables: estarán hechas a base de derivados del maíz. Por su parte, la tela está fabricada con nanofibras de origen natural, lo que hace que no les afecte la humedad.

Contarán con una vida útil de hasta 48 horas y un filtrado superior al 94%. Todavía están en proceso de ser autorizadas por los organismos europeos, por lo que pronto podríamos verlas en el mercado.

Precio y dónde comprar

Como el resto de mascarillas desarrolladas por el CSIC, se pondrán a la venta a través de la web de Proveil, empresa con la que comercializa sus productos. Se espera que pueda estar disponible a partir del verano, con un precio similar al resto del catálogo de mascarillas EPI Anticovid: unos 2 euros la unidad. En dicha categoría, hasta ahora, se venden por packs (10, 25 y 50) mascarillas con filtro viricida.

Estas mascarillas se fabrican en Vilasar de Mar, en Barcelona, y llegan tras la alianza con la empresa Palens. Gracias a ellas, se conseguirá. además de proteger contra la COVID, ahorrar toneladas de residuos.