Los primeros 5 a 8 segundos, claves para la propagación del virus después de toser
Una investigación determina que pasado este plazo de tiempo las gotitas exhaladas en el aire comienzan a dispersarse, concluyendo que esos primeros instantes son decisivos.
Los científicos continúan realizando investigaciones para conocer mejor cómo actúa el coronavirus y nuevos descubrimientos acerca de la enfermedad se siguen sucediendo. Uno de estos trabajos ha sido desarrollado por el Instituto Americano de Física y ha sido recientemente publicado en la revista Physics of Fluids. El estudio muestra el volumen evolutivo de la tos y cuantifica la reducción de su volumen cuando se usa una mascarilla.
Esta investigación se realizó con el objetivo de hallar maneras eficaces de reducir el riesgo de contagio en interiores. “Cuando una persona tose, ¿cuál es el volumen de aire que se contamina debido a la tos expulsada por la persona? La respuesta a esta pregunta no es sencilla, porque el aire circundante es arrastrado por la nube de tos que sale de la boca de la persona y, eventualmente, se convierte en parte de él; por lo tanto, un volumen mucho mayor que el inicialmente expulsado se ve afectado por la tos", recoge el estudio.
Los primeros instantes, claves
Los científicos del Instituto Americano de Física concluyeron que los primeros instantes tras toser son determinantes para la propagación de la enfermedad. En concreto, descubrieron que los primeros cinco a ocho segundos son clave para la suspensión de las gotitas exhaladas en el aire, ya que una vez pasado este plazo de tiempo comienzan a dispersarse.
Asimismo, los investigadores confirmaron con su trabajo que no utilizar mascarilla eleva considerablemente la capacidad de propagación del virus. Y es que sin este elemento de protección el volumen es siete veces mayor que si se emplea una mascarilla quirúrgica y 23 veces superior que si utiliza una del tipo N95 o FFP2.
“La presencia de una mascarilla reduce drásticamente este volumen y, en consecuencia, disminuye significativamente el riesgo de infección para las demás personas presentes en la sala", asegura al respecto el estudio que, igualmente, concluyó que la potencia con la que tose una persona no influye en el volumen de la nube expulsada.
Los científicos confían en que los resultados de trabajo ayuden a esclarecer el número máximo de personas que pueden encontrarse en un mismo espacio interior sin correr riesgos y la ventilación necesaria para que sea seguro ante el coronavirus.