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CORONAVIRUS

Un estudio revela que los colegios no propagan el coronavirus

Un informe enviado a Bruselas sostiene que el inicio del curso escolar no ha tenido un impacto importante en la evolución de la pandemia en España.

Educacion. Primer dia del curso 2020-20021 en infantil y primaria en Galicia, marcado por las medidas de seguridad impuestas por las restricciones santiarias derivadas el la pandemia del coronavirus COVID-19, para todos los niños alumnos de los colegios publicos y concertados, como la higiene de manos, mascarilla obligatoria y distanciamiento socialen el CEIP Lopez Ferreiro de Santiago de Compostela
 Óscar Corral
 10/09/20
OSCAR CORRALEL PAÍS

Uno de los mayores temores que había cuando se produjo la vuelta a clase en España fue que los colegios que convirtieran en focos de transmisión de la COVID-19 y agravaran la segunda ola. Sin embargo, un informe que el grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña ha enviado a la Comisión Europea revela que el curso escolar se ha iniciado de manera segura, con las medidas de protección adecuadas, y no ha tenido un impacto relevante en la evolución de la pandemia.

Ya han transcurrido las dos semanas que sirven como indicador del progreso de la COVID-19, por lo que “si las escuelas hubieran actuado como amplificadoras de los contagios, ya debería observarse un efecto en la incidencia global”, señala el documento en el que analiza, además de la situación española, el escenario que viven de forma específica Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, que concentran el 61% de la población escolar, y Castilla y León.

“Hay que subrayar que es solo un primer análisis y que todo puede cambiar. Pero lo que vemos es que la apertura en sí no ha cambiado significativamente las tendencias. Las comunidades donde la incidencia estaba subiendo han seguido haciéndolo a un ritmo parecido, y las que estaban bajando han continuado haciéndolo”, afirma en El País la física Clara Prats, una de las autoras del informe.

El ejemplo más claro de que el retorno al colegio no ha sido negativo es la Comunidad Valenciana, donde la situación es incluso mejor ahora que antes de abrir las escuelas. El primer día había una incidencia de 127 casos por 100.000 habitantes. Las semanas siguientes esta cifra descendió hasta 114, 105, 101 y 103 el 2 de octubre.

Estudio por edades

Para llevar a cabo la investigación, los expertos han estudiado las comunidades autónomas del estado español que publican series de datos retrospectivos desgranadas por edades. Para analizar el efecto de la apertura de las escuelas, observan la incidencia acumulada de los últimos catorce días que había en el momento que se abrieron las escuelas y la comparan con la de las semanas siguientes. Después, analizan la evolución de los contagios entre la población de cero a 18 años, teniendo en cuenta el 100% de los contagiados, y se observan las variaciones que experimenta la incidencia específica de cada grupo de edad en la incidencia total de contagiados.

Según reflejan los datos, Andalucía y Cataluña, han experimentado un “ligero aumento” de los contagios en edades de población escolar. Pero esa subida, de unos tres puntos porcentuales, puede explicarse “por un mayor esfuerzo diagnóstico” en este sector tras el inicio de las clases, opinan los investigadores. “No quiere decir que sea el motivo, sino que con él se podría explicar el aumento”, sostiene Prats. Castilla y León, por su parte, ha experimentado un aumento importante en el grupo de 0 a 9 años, cuyo peso en el total de los contagios ha subido 10 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 22,8%. Aunque los investigadores consideran que esto puede significar un mayor número de contagios en los centros, no descartan que se deba también a la mayor realización de pruebas en este grupo de edad.

En Valencia, sin embargo, se observa una mejora asociada a la reapertura las escuelas. Si la primera quincena de septiembre el grupo de 0-9 años era el 9% de los infectados, en la segunda quincena la cifra baja al 8,5%. Y esto mismo ocurre en el grupo de 10-19 años.

No obstante, y pese a que los números de algunas comunidades, Castilla y León, son para tener en cuenta, Prats asegura que los resultados reflejan una baja tasa de transmisión, lo que puede explicar la teoría científica que los niños, aunque también contagian, transmiten menos el virus a los adultos que en sentido contrario.

Fundamental el uso de la mascarilla

Según los datos recopilados en los centros durante las dos primeras semanas de clase en Cataluña, el 87% de los casos de coronavirus detectados en los grupos de convivencia no generó ningún otro contagio en su clase. Es decir, tras realizar pruebas PCR a todos los demás compañeros, no se detectaron más infectados, por lo que la infección se habría producido fuera del centro. En el 7,16% de los casos corresponden a dos alumnos por grupo, el 4,26% a tres, el 0,97% a cuatro y el 0,58% a más de cuatro.

En el informe elaborado por el grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos, junto al Centro de Medicina Comparativa y Bioimagen de Cataluña del IGTP, los investigadores no se atreven a exponer los motivos de que apenas haya contagios o de que las cadenas sean cortas. Pero sí destacan las medidas sanitarias adoptadas, especialmente la obligación de llevar mascarilla para profesores y alumnos, a partir de los seis años. “En esto interviene quizá que los niños puedan ser menos infecciosos. Y muy probablemente las medidas implantadas para prevenir los contagios, así como las cuarentenas de los grupos burbuja, que al aislar a la clase entera permiten cortar rápidamente la posibilidad de que se produzcan cadenas de contagio en el aula”, concluye Clara Prats.