Seis meses después de cerrar los colegios, las aulas se vuelven a llenar poco a poco con grandes preocupaciones por la exposición al coronavirus. Y es que los rebrotes en España preocupan y mucho. Ya son muchos los padres que han tomado la drástica decisión de no mandar a sus hijos a los centros educativos por miedo a un contagio, incluso teniendo en cuenta las medidas de seguridad que se están siguiendo.

Una medida que puede conllevar a un delito si se trata de una falta reiterada, pero que también cuenta con varias excepciones en los que la ausencia a clases está justificada.Y es que la preocupación de los padres es cada vez mayor, especialmente en esos municipios españoles que han tenido que volver a un confinamiento y cuyos colegios han abierto sus puertas pese a la cuarentena preventiva.

Es el caso de Santoña, un municipio de Cantabria, que este lunes ha visto como las puertas de sus colegios abrían para la vuelta a clases pese al confinamiento. Es por ello que tan sólo una minoría de los alumnos han acudido a las aulas mientras que el resto de padres de esta localidad de 11.000 habitantes ha hecho caso omiso de la orden de Gobierno de Cantabria por iniciar las clases de este nuevo curso pese al confinamiento en el municipio.

"No es lógico que puedan ir a clase y esté todo cerrado", comentaba una de las madres de estos alumnos, que no entiende la decisión tomada desde el gobierno cántabro. Una opinión que apoya el mismo Ayuntamiento de la localidad y es que el alcalde, Sergio Abascal (PSOE) criticó las medidas para la vuelta a las aulas: "Es contradictorio, pedimos que se aplace la vuelta a las clases hasta que la situación excepcional se reconduzca, No hay más, es sentido común".

Piden al Gobierno que "aclare" cómo deben actuar

A pesar de las quejar de los padres y el propio Ayuntamiento de Santoña sobre cómo abordar la situación, Marina Lombó, responsable cántabra de Educación, pidió a las directivas de los centros educativos de la localidad a retirar su amenaza de no abrir las escuelas. “Es vuestra obligación abrir el día 7 y mantenerlos abiertos para garantizar el derecho a la educación del alumnado, mientras las autoridades sanitarias no decreten otra cosa”, explicaba el documento enviado a los colegios.

Con tanta incertidumbre, la Conserjería de Educación ha pedido al Gobierno de España que "aclare" la medida de actuación ante estos casos de localidades confinadas. Y es que, la medida adaptada hasta el momento, indica que las aulas deben seguir abiertas, aunque portavoces del departamento de Educación explican que, por el momento y hasta que haya una respuesta, no habrá 'consecuencia' para aquellas familias que decidan no llevar a clases a sus hijos de infantil y primaria. Todo mientras no haya una respuesta clara por parte del ministerio.

Santoña estará confinada al menos hasta el próximo 16 de septiembre para evitar la propagación del coronavirus ante el aumento de casos. Ahora, los centros educativos del pueblo, junto con el Consistorio, piden al Gobierno regional a través de una carta que se cancelen "las actividades lectivas" hasta el día que se levanten las restricciones con el fin de "preservar la salud del alumnado y del personal".