Con más de 280 brotes activos y registrando casi mil contagios diarios, España se encuentra en un momento delicado. Las autoridades muestran constantemente su preocupación por la situación e incluso hablan de que la segunda oleada, prevista para otoño, ya está aquí. Esta inquietud ha provocado que varios territorios hayan decidido aplicar de nuevo restricciones, e incluso volver a alguna de las fases de la desescalada con la que se fue llegando a la nueva normalidad.

Totana se encuentra en la fase 1

El pasado miércoles, la localidad murciana de Totana pasó a la fase 1 de la desescalada debido a un brote originado en un local de ocio nocturno que acumula ya 85 positivos, 30 de ellos detectados en las últimas 24 horas. Además, se han realizado más de 300 pruebas PCR entre todos los que estuvieron en el bar entre el 10 y el 11 de julio. Esto provocara que las cifras vayan a aumentar “ostensiblemente” en los próximos días, según avisó el consejero murciano de Salud, Manuel Villegas en la rueda de prensa en la que anunciaba este retroceso que estará vigente siete días.

De esta manera, el municipio queda totalmente aislado. Está prohibida la entrada y salida de Totana. Además, se han cerrado los centros de día y de salud, excepto para la atención primaria relacionada con la pandemia, y se han restringido las visitas a las residencias. Por otra parte, no puede haber reuniones públicas ni privadas de más de diez personas (excepto en el caso de convivientes) y el interior de los bares permanecerá cerrado. Las terrazas sí pueden abrir, pero al 50%, y han de cerrar como muy tarde a las doce de la noche, “no pudiendo admitirse nuevos clientes a partir de las once y media”, según recoge el documento oficial del BORM.

Eso sí, desde Salud insisten en que no es un confinamiento, pues en el casco urbano “se permite la circulación de personas residentes, si bien se desaconsejan los desplazamientos y realización de actividades no imprescindibles”.

Gran parte de Aragón está en la fase 2

Aragón tiene algunos los brotes más serios, que le han llevado a ser la comunidad con la tasa de contagios más alta de España. Ante el aumento de rebrotes y casos positivos, desde el 22 de junio Zaragoza y su área de influencia, la ciudad de Huesca y las comarcas Cinca Medio, La Litera, Bajo Cinca y Bajo Aragón-Caspe también se encontraban en una fase 2 "flexibilizada". En ella estaba prohibido el ocio nocturno o el consumo en barra en los restaurantes y había limitación de aforo en diferentes establecimientos (en la mayoría de los casos al 75%), así como en velatorios y bodas.

Sin embargo, la situación no mejoraba. Como consecuencia, el Gobierno de Aragón anunció este jueves que las comarcas de BajoCinca, BajoAragón-Caspe, Comarca Central (que incluye a Zaragoza capital) y Monegros retrocedían a la fase 2 sin flexibilizar, mientras que las comarcas de LaLitera y CincaMedio, así como los municipios de Barbastro y Huesca mantenían la flexibilización.

Esta fase 2 rígida implica el cierre obligatorio de la hostelería a las 00:00, unas reuniones de máximo diez personas, el cierre de peñas juveniles y la prohibición del botellón, entre otras restricciones. Eso sí, no se establecen franjas horarias.

El barrio de Mendillorri también está en la fase 2

El sector del ocio también fue el causante de que el barrio de Mendillorri, situado en Pamplona, tuviera que volver a la fase 2. Hace unos días se detectó un brote que deja ya 152 contagios en total, siendo el 93% jóvenes de entre 17 y 28 años.

De esta forma, como en Aragón, se han tomado medidas en los aforos en la hostelería y comercio, los horarios de ocio nocturno y en el número máximo de personas por grupo para actividades de ocio. Así, se limita la ocupación en la hostelería y la restauración al 50% del aforo máximo permitido en el interior de los locales, sin poder utilizar la barra, y al 75% en las terrazas. Además, estos establecimientos deberán cerrar a las 00:00.

Más restricciones

Aunque no han regresado a fases de la desescalada, en Cataluña, Barcelona y Girona también se han impuesto nuevas restricciones para comercios y actividades de ocio, y se ha recomendado el autoconfinamiento debido al aumento de brotes. Todavía más estrictas son las medidas de seguridad establecidas en Lleida, donde se ha llamado a la población a confinarse en sus casas y se ha aislado la región.