Varios territorios de Aragón y Huesca se encuentran desde hace unos días en una fase 2 “flexibilizada” debido al aumento de contagios por coronavirus. Aunque se está planteando implantar esta fase sin flexibilizar porque cada día se registran cifras muy elevadas de nuevos casos.

Aragón es, ahora mismo, la región española con mayor incidencia de contagios por COVID-19 y este jueves volvió a registrar un nuevo máximo, con 266 casos diagnosticados, un fuerte incremento respecto a los 160 del miércoles. De ahí que el Gobierno haya pedido a sus ciudadanos que se confinen de manera voluntaria, ya que la DGA no puede decidir un confinamiento con fuerza legal.

En Catalunya, el Govern también ha pedido a los ciudadanos de Barcelona y 17 municipios de su área metropolitana (Viladecans, El Prat, Sant Joan Despí, Sant Boi, Cornellà, Esplugues, Sant Just Desvern, Montcada, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià del Besòs y Badalona) que se autoconfinen para no llegar a la situación vivida en el Segrià.

¿En qué consiste el autoconfinamiento?

Cuando los gobiernos de Aragón y Cataluña piden a sus habitantes que se autoconfinen se refieren a que, aunque no lo estén, actúen como si estuvieran confinados. Es decir, que limiten los contactos sociales lo máximo que puedan y que no viajen, a no ser que sea imprescindible, fuera de la zona. En esta línea, a las entradas y salidas de Zaragoza habrá refuerzos informativos de Guardia Civil y Policía Local para explicar a los ciudadanos la necesidad de que no salir o entrar en la ciudad si no estrictamente necesario.

Por su parte, la consejera de Salud en Cataluña, Alba Vergés, ha pedido a la población que solo salga de casa para ir a trabajar o comprar alimentos y productos de primera necesidad. También ha solicitado que nadie se desplace este fin de semana a segundas residencias. Son medidas complicadas por la fecha en la que estamos, en la que cientos de personas aprovechan sus días libres para ir a la playa o hacer turismo, pero la situación requiere un cuidado extremo.

El confinamiento voluntario es una medida que llama al sentido cívico para paliar los efectos de la pandemia antes que tener que decretar medidas más estrictas de forma legal. Al ser recomendaciones, no habrá sanciones económicas, pero la irresponsabilidad sí puede tener consecuencias sociales muy negativas.

“Esto no es un confinamiento, es una petición a la responsabilidad individual para intentar frenar este incremento de casos”, asegura Sira Repollés, consejera de Sanidad en Aragón. “No estamos prohibiendo, estamos pidiendo que la gente evite las salidas. Si no, tendremos que tomar medidas más drásticas que nadie quiere. Nos movemos en un momento de complejidad horrososo", expresa Vergés por su parte.