¿Qué es la segunda ola y qué probabilidades tiene de suceder?
En países como Singapur y China y zonas de España como Murcia o País Vasco ya ha habido rebrotes. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, avisa de que podría llegar "en julio".
El foco se ha desplazado. Asia y Europa, los primeros continentes en sufrir lo peor de la pandemia de coronavirus, hace tiempo que han entrado en una desescalada de las medidas de confinamiento, mientras en América o África las cifras de contagios y muertes van in crescendo. Pero el virus sigue presente en el planeta y puede aprovechar cualquier oportunidad para volver a expandirse por países ya de por sí muy afectados, entre ellos España.
Una segunda ola, un rebrote importante de casos, será factible hasta que se haya completado un proceso de vacunación efectivo a nivel internacional. Para eso aún quedan meses y una nueva oleada podría llegar antes de lo esperado. Si en los primeros compases de la pandemia se decía que el calor afectaría a la transmisión del virus, algunas investigaciones como la conducida por la Universidad de Princeton concluyen que eso no ocurrirá.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya ha afirmado que un rebrote "no tiene por qué ser en invierno", sino que "puede darse ya en julio". "Hay que recordar que el virus sigue ahí. Hay que actuar con mucha responsabilidad. Las recomendaciones sanitarias no son un capricho. Si no lo hacemos pondremos en riesgo todo lo que hemos conseguido. No hay que bajar la guardia, si no tendremos que tomar medidas que no queremos", añadió Illa en una entrevista en La Sexta el lunes. Y es que en algunas zonas de España, como la localidad murciana de Totana o los hospitales vascos de Basurto y Txagorritxu, ya se han detectado repuntes.
Rebrotes en China o Singapur
Lo mismo ha ocurrido en China, obligada la pasada semana a clausurar el mercado mayorista de Xinfadi, en Pekín, y algunas escuelas y viviendas circundantes tras certificar un rebrote que ya supera los 100 casos. Singapur, considerado hace meses ejemplo de gestión de la crisis por lo poco que tardó en controlar la proliferación del patógeno, sufrió una segunda ola de infecciones provocada por trabajadores extranjeros que entraron en el país en cuanto se reabrió la economía.
La receta para evitar una segunda oleada la viene repitiendo desde hace meses la Organización Mundial de la Salud: desconfinar a la población por etapas, con precaución, y vigilar muy de cerca los nuevos positivos y sus contagios.