CORONAVIRUS

España estudia una app móvil para rastrear los contagios

El Gobierno español está colaborando con el Barcelona Supercomputing Center para estudiar una app con la que poder rastrear si nos acercamos a contagiados.

España estudia una app para rastrear contagios de coronavirus por teléfono móvil
Miquel Benitez Getty Images

España se encuentra en un proceso de desescalada ante la amenaza del coronavirus, que cada día contagia a un menor número de personas. Sin embargo, a partir de ahora, lo que hay que hay que hacer es convivir con el virus, pues aun no se ha encontrado una cura.

Ante esta nueva situación mundial, Apple y Google acaban de lanzar una propuesta que han adoptado países como Alemania, Suiza y Portugal, y es la posibilidad de que el móvil nos avise de si hemos estado cerca de una persona contagiada por coronavirus en las últimas dos semanas. Se trata de un avance tecnológico que en España están pensando acoger. Francia junto a Reino Unido, estudian un sistema alternativo.

El BSC asesora al Gobierno español

En esta decisión, el Barcelona Supercomputing Center (BSC) -superordenador MareNostrum- es quien asesora al Gobierno español. Jorge García Vidal, un catedrático de arquitectura de computadores de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) e investigador en el BSC, señala que esta aplicación funciona "sin guardar la ubicación, de manera completamente anónima, sin la posibilidad de saber quién es el contagiado y de manera voluntaria. Si avisas a los demás de tu contagio, eso es ser solidarios con ellos, pero sin comprometer para nada la cuestión de anonimidad". Se trata de una app que depende de la voluntad de los usuarios. El uso de la misma es voluntario, al igual que el usuario notifique si ha dado positivo por COVID-19 en un test.

"Son apps que pueden ayudar a disminuir la tasa de contagios. No van a resolver este problema, obviamente, pero son una ayuda a otras herramientas, como el rastreo habitual, para que juntas puedan romper la tasa de contagios", añadía Jorge García Vidal.

Para el investigador, España tiene ante sí dos sistemas entre los que puede elegir: "En Europa se han desarrollado dos sistemas: uno liderado por Francia y otro por Suiza. El problema es que son incompatibles entre sí. Y España recibe muchísimos visitantes de todos los países europeos, por lo que ha tenido que hacer un esfuerzo muy grande de interoperabilidad". El BSC pretende desarrollar una solución para que nuestro sistema pueda complementarse e interoperar con otras apps de otros países.

La aplicación de Google y Apple

La app que utilizan Suiza y Alemania posee una "arquitectura distribuida" y está soportada por la API (interfaz de programación de aplicaciones), que significa que, a la hora de hacer la app, se simplifican mucho las cosas. Mientras, la app que utilizan Francia y Reino Unido no es compatible con esta, y es más complicado que los teléfonos de iOS y Android se entiendan entre sí.

En lo que si se relacionan ambas apps es que: "El código será abierto. Todo el mundo lo podrá mirar. Será una de las pocas cosas que utilizas de las que podrás saber exactamente qué hace con tus datos. Al mismo tiempo, incorpora un mecanismo de encriptado para preservar la privacidad".

La aplicación de Apple y Goggle tiene una parte buena y otra mala. La buena, que: "controlan el 99% del mercado de móviles y han hecho un esfuerzo para buscar esa interoperabilidad. Que todos los teléfonos puedan comunicarse es fundamental". La parte mala es: "Han forzado a usar un tipo de solución determinado -no es compatible con la opción de Francia y Reino Unido-. No han dejado que los gobiernos de los países europeos puedan optar por una solución o por otra. Lo lógico es que toda Europa hubiera adoptado la misma arquitectura, el mismo sistema no condicionado por el tipo de funcionamiento que imponen".

El sistema de esta app se basa en tres parámetros que pueden variarse: proximidad (dos metros), período de contagio (dos semanas), y tiempo de exposición (15 minutos). Todo ello fijado por profesionales sanitarios.

Además, García Vidal vuelve a apelar a que se trata de una app que depende de si la baja la gente: "No tenemos que crear falsas expectativas. Si la app no se la baja mucha gente, la utilidad que tendrá será muy baja".