CORONAVIRUS

Desescalada por coronavirus: ¿en qué consiste el modelo 10-4 propuesto en Israel?

Esta regla permitiría aprovechar un puntoi débil del virus para poder reabrir la economía sin correr un riesgo excesivo de repuntes como los de Alemania o Corea del Sur.

Coronavirus España 2020
David Fernández EFE

La dicotomía en la fase de desescalada de una epidemia de coronavirus es clara: abrir mucho la mano para reactivar la economía y exponerse a un rebrote como los que han sufrido Alemania o Corea del Sur o ir con pies de plomo y arriesgarse a un scock económico aún mayor del esperado. Según un grupo de científicos israelíes del Instituto Weizmann, hay un método que permitiría volver a poner en marcha un país sin correr excesivos riesgos.

Se trata del módelo cíclico 10-4, que consiste en un ciclo de trabajo de dos semanas. Los adultos irían a trabajar y los niños a la escuela dos días de cada semana, un total de 4. El resto, cinco de cada siete días, estarían en cuarentena. Esta idea ofrece "un equilibrio entre salud y economía" según Uri Alon, profesor de Biología Computacional y Sistemas y uno de los autores de este modelo matemático citado por la BBC.

"Es predecible y equitativo, por lo que puede llevarse a cabo durante meses hasta que tengamos una vacuna, tratamiento u otra solución, y mientras la economía puede tener una producción casi continua en turnos", añade Alon. Su idea se basa en que, en un mismo núcleo familiar, los padres estarían trabajando y los niños en la escuela los mismos días. Cuando volviesen a la cuarentena, les tocaría a otros trabajar, por lo que siempre se mantendría cierta actividad económica.

Aprovechar el periodo de latencia del virus

Este método trata de aprovechar una de las debilidades del virus, que es su periodo de latencia. Desde que una persona lo contrae hasta que puede contagiarlo pasan de media "unos tres días" según los investigadores. Así, si una persona se contagia en esos dos días semanales de trabajo, todavía estaría en periodo de latencia y cuando ya hubiése pasado suficiente tiempo para que pueda contagiar a otros habría vuelto a la cuarentena. Con esta fórmula se conseguiría, según los autores, mantener la tasa de reproducción del virus, que es el número de personas que pueden ser contagiadas por otra, por debajo de 1.

En cualquier caso Alon cree que esta medida, de adoptarse, debería combinarse con otras ya conocidas como "el uso de mascarillas, la distancia física, la realización de pruebas y la protección de grupos de riesgo".

Los puntos débiles estarían en el campo de su aplicabilidad. No funcionaría igual para todos los sectores. Por ejemplo las discotecas y los restaurantes deberían "hacer grandes ajustes" para poder acoplarse a él. En cualquier caso, parece una forma sensata de combinar recuperación de la economía con la cautela necesaria para evitar un segundo estallido de la pandemia que ha dejado al mundo confinado durante dos meses.