El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comunicado en su rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes que las clases presenciales han quedado descartadas para lo que queda de curso. Por tanto, los centros docentes mantendrán en las próximas fechas la enseñanza a distancia y no será hasta después del verano cuando recuperen su funcionamiento habitual.

“El curso escolar arrancará en septiembre”, ha concretado Sánchez. No obstante, el Ejecutivo ha acordado que a partir de la fase 2 del plan de desescalada anunciado, que previsiblemente podría comenzar a finales de mayo, aquellos alumnos que requieran actividades de refuerzo podrán acudir a los centros educativos. Se trata de una excepción que también incluirá a los alumnos menores de seis años que necesiten ir al colegio por los problemas de conciliación familiar que puedan surgir por el regreso gradual de las actividades económicas.

"Si estamos planteando una nueva normalidad, van a existir problemas de conciliación, porque habrá padres y madres que irán a trabajar y no tendrán la posibilidad de dejar a los niños con los abuelos, porque son un colectivo vulnerable ante el coronavirus", ha explicado el presidente del Gobierno español en su comparecencia de este martes.

La tercera excepción que justificará una presencia física de los estudiantes en los centros educativos será la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), como ha recordado Pedro Sánchez en su rueda de prensa. Dichas pruebas, en las que participarán unos 217.000 estudiantes de todo el país, tendrán lugar del 22 de junio al 10 de julio.

Promoción de curso como regla general

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron en este mes de abril una serie de medidas para el desarrollo del final de este año escolar. Así, se estableció la promoción de curso de los alumnos de todos los niveles educativos como norma general, aunque podría haber excepciones para casos muy concretos. La valoración que contará para aprobar cada asignatura será la final y se tratará de una evaluación “continua, global e integral”, según anunció la ministra de Educación, Isabel Celaá.