La trayectoria y el palmarés de Lebron James hablan por sí solos. El jugador de Los Angeles Lakers, a sus 34 años, ha alcanzado el estatus de leyenda gracias a su talento y a una ética de trabajo que le ha permitido mejorar constantemente a lo largo de su carrera. Desde que comenzara a encestar sus primeras canasta en Akron (Ohio), su ciudad natal, hasta el momento actual, la historia de James ha sido la de alguien que ha querido dejar huella.

Y parte del éxito de James hay que atribuírselo a un figura que ha trabajado en la sombra: Mike Mancias, su entrenador personal y, para muchos, su arma secreta. Se conocieron en 2003 cuando Lebron llegó a la NBA de la mano de Cleveland Cavaliers y pronto desarrollaron una química que les ha mantenido unidos durante todo este tiempo y perfeccionar la fórmula del éxito.

Los 5 pilares del éxito de Lebron James

Porque ambos han desarrollado una metodología de trabajo que puede resumirse en 5 aspectos fundamentales que han permitido a Lebron, no solo aguantar la exigencia de una temporada de la NBA (82 partidos de temporada regular y los play off) sino rendir más allá de los límites de la razón. Estos son los 5 pilares sobre los que se cimenta su éxito según Mike Mancias:

1. Fuerza y condición física.

2. Medicina deportiva y entrenamiento.

3. Nutrición.

4. Recuperación.

5. Preparación mental.

Así entrena The King: la importancia del ‘core’

Como reconoce el propio Mancias, Lebron James es el resultado de “un físico privilegiado, una gran inteligencia y una fuerza de voluntad inquebrantable” por lo que intenta usar estos aspectos en su beneficio. “A estas alturas de su carrera intentamos no exceder la carga de trabajo, sobre todo en lo que se refiere al trabajo de fuerza en el gimnasio, y no hay nada mejor para mejorar su condición física que el propio baloncesto”. “Se trata de que tenga suficiente combustible en el depósito para aguantar toda la temporada teniendo en cuenta que puede llegar a jugar casi 40 minutos cada noche”, añade el preparador físico.

Para Mike Mancias, lo más importante de todo es trabajar el ‘core’, el conjunto de músculos que envuelve la parte central del cuerpo y que son básicos para la fuerza y el equilibrio, es decir, abdominales, oblicuos, musculatura profunda de la columna, musculatura lumbar, flexores y extensores pélvicos y los glúteos.

“Hay un dicho que asegura que no se puede disparar un cañón desde una canoa. Si el ‘core’ no es lo suficientemente fuerte, todo se verá afectado. El entrenamiento que hace Lebron está está basado en el ‘core’ porque es la base de todo. Le gusta hacer planchas (planks), dominadas (pushups), pasos de oso (bear crawls), la cobra (prone cobra) abdominales (tipo jackknife) o utilizar fitballs. También trabaja con VersaClimber (máquina que simula los movimientos de escalada) y pasa mucho tiempo en la piscina”, concluye Mancias.