Las vacaciones de Semana Santa están ya calentando motores, y las de verano se divisan en apenas unos meses, por lo que si necesites que tu piel esté perfecta, o quieres evitar esa sequedad incómoda y posibles reacciones, que pueden estropearte las vacaciones, toma nota de los consejos para hacer antes, durante y después del vuelo.

No hablamos ya del jet lag, o del reloj interno que tenemos cada uno y que puede hacer que nos afecte más un horario u otro, sino de consejos básicos más allá de las necesidades propias de cada piel.

Cómo cuidar la piel antes y después de montar en avión

Cuenta Paz Torralba, directora de los centros de belleza The Beauty Concept que antes y después de un vuelo se pueden sufrir “los efectos del temido jet-lag, que suele durar entre 3 y 7 días. Es importante destacar que cada persona tiene un “reloj interno”; que es el encargado de decirnos cuándo tenemos sueño, cuándo debemos dormir o cuándo comer. Cuando este reloj se adelanta o retrasa bruscamente debido a un largo viaje, se sufre el conocido jet-lag, que cada persona manifiesta de diferente forma”, cuenta.

Qué hacer antes de un vuelo

-intenta adaptarte días antes a los horarios en destino

-si puedes, elige unos horarios de vuelos que te hagan perder poco tiempo en escalas y que cuadre en la medida de lo posible con un horario ‘normal’ de sueño y comidas.

-las infusiones relajantes nos ayudarán a dormir de viaje o si llegamos con el horario cambiado, a descansar en el destino de manera natural sin forzar cambios bruscos en el organismo.

-intenta moverte cada dos horas al menos 15 minutos para evitar problemas de circulación

-intenta hidratarte al máximo posible por dentro y por fuera. Bebe a menudo y utiliza hidratantes, sprays, aguas termales, para evitar la sequedad y la tirantez.

-aplicar productos en el contorno de los ojos es clave para no marcar las ojeras y que el rostro parezca más cansado.

-hay colirios para que los ojos no noten tanto la sequedad de la cabina

-hay que evitar el alcohol, ya que deshidrata la piel, favorece la hinchazón y nos hace sentir más cansados

-evita ropa apretada, intenta viajar con ropa holgada y lo más cómoda posible para estar muchas horas sentado en un espacio pequeño

-hay que prestar especial atención a la alimentación en el viaje porque regula nuestro cuerpo; las comidas proteicas (carne, pescado, huevos, soja) proporcionan más energía, mientras que las ricas en carbohidratos (pan, pasta, arroz) potencian la somnolencia.

-intenta evitar la cafeína, ya que da energía, pero luego produce un descenso brusco de la misma

-una vez que lleguemos al destino e, incluso cuando ha finalizado el viaje y ya se está adaptado a la vida normal, es importante hacer ejercicio a diario