Deporte y Vida

CHAMPIONS LEAGUE 2018

Te contamos cómo no perder los nervios en el Real Madrid - Liverpool

Si los nervios empiezan a aparecer, te contamos cómo disfrutar del partido sin que te de un infarto o te suba la tensión. Para regular las emociones, dos expertos en psicología nos recomiendan dejar de mirar durante unos minutos.

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Te contamos cómo no perder los nervios en el Real Madrid - Liverpool
REALMADRID.COM DIARIO AS

Real Madrid - Liverpool en vivo: Final Champions League 2018 en directo

Hay quien no puede mirar, quien no para de pasear, quien se pasa el partido de pie… los nervios no se pueden controlar en algunas ocasiones y una Final de Champions es el momento donde todo se acelera. Para intentar ver el partido sin colapsar, hemos preguntado a Isis Torres, psicóloga y experta de Doctoralia.es.

El futbol es capaz de despertar emociones muy intensas, tanto si nuestro equipo va ganando como si va perdiendo. Qué duda cabe que las emociones nos hacen sentir vivos y nos ayudan a disfrutar del partido, pero también sabemos que pueden sacar lo peor de nosotros mismos, no sólo despertando conductas agresivas, por ejemplo, sino también al punto de afectar a nuestra salud, pues las emociones intensas conllevan respuestas fisiológicas intensas”, nos cuenta a Deporte y Vida.

“Para poder disfrutar de un partido de futbol y en general de cualquier experiencia deportiva, nuestras emociones tienen que estar dentro de unos niveles de intensidad que uno pueda tolerar, sin estar “desconectado” de lo que está pasando ni estar hiperactivado emocionalmente y físicamente”.

“Esta capacidad se puede aprender con un entrenamiento en Técnicas de Regulación Emocional que son formas de mantener unos niveles de activación óptimos. De hecho, los psicólogos del deporte trabajamos esta capacidad con los deportistas, que es imprescindible para obtener un buen rendimiento deportivo. De la misma forma que uno puede regular su temperatura corporal poniéndose o quitándose ropa, también se puede aprender a regular la intensidad emocional”, exploca.

Pautas de regulación emocional

-hacer pausas para respirar profundamente. Cuando nos alteramos la respiración se agita y se vuelve más superficial. Respirar más pausadamente nos ayuda a calmarnos.

-estirar el cuerpo y relajar los músculos. La tensión emocional se refleja en la tensión muscular.

-dejar de ver el partido unos minutos. Si no podemos regularnos emocionalmente ante un estimulo, es mejor evitarlo unos momentos hasta que volvamos a estar regulados.

-recordar que es un juego, un deporte, nos puede ayudar a quitarle importancia al resultado sin restarle ilusión, a recuperar el espíritu de competición sana.

-controlar el consumo de alcohol. El alcohol disminuye nuestra capacidad para controlar nuestras emociones y conductas.

Para el psicólogo Juan Antonio Quesada del Valle, miembro de Top Doctors, “el partido del sábado es una de esas situaciones en las que uno se puede poner de todos los colores. ¿Pero es posible “mantener el tipo” y poder disfrutar de cada jugada sin que nuestro cuerpo lo sufra? Pasamos de la euforia del gol, a la tensión de ese penalti en el último minuto, pasando por proyectar nuestra ira con el árbitro; ese que siempre parece que va en contra de nuestro equipo, y no hablemos de esa tristeza inmensa si nuestro equipo pierde”, cuenta a Deporte y Vida.

“¿Tú puedes tener el control de los mando de tus emociones o las emociones tienen un valor absoluto en tus actitudes? ¿Eres un verdadera “adicto” al consumo de endorfinas? Estas situaciones extremas nos ponen aprueba nuestros sistemas emocionales, cardiacos…La cita que todos tenemos esta noche con el fútbol europeo, puede ser una velada tranquila si tenemos en cuenta las siguientes claves”:

-intente ver el partido con amigos y gente que sea de tu equipo. No busques interferencias gratuitas o tóxicas.

-la intensidad de la emociones la puedes modular. ¡Propóntelo!

-según sea nuestra interpretación de la situación de fallo / acierto de nuestro equipo, se van a desencadenar una multitud de emociones,.. intenta ver, no interpretar.

-aprovecha la situación como un laboratorio de autocontrol.

-si te metes mucho en el partido ¡quita la voz del TV!