Elon Musk es físico, inversor y empresario nacido en Sudáfrica, con doble nacionalidad canadiense y estadounidense. Es internacioalmente conocido por ser cofundador de PayPal, Tesla Motors, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, The Boring Company y OpenAI. Parece que Musk sabe de ideas rompedoras y nuevos negocios. Pero, ¿cuál es su secreto?

Nada de reuniones, sólo las justas y si pueden no ser presenciales, mejor. La tecnología hoy en día nos ofrece plataformas y formatos donde cada uno se puede unir a la reunión que sea en el punto del mundo que sea. Para Musk el hecho de reunirse por reunirse es una pérdida de tiempo, además de malgastar el día de mucha gente si no se aporta de verdad nada productivo. Reunirse por reunirse no lleva a ningún lado.

Lenguaje claro, trabajar en empresa tecnológicas hace que el lenguaje sea confuso, complejo y en ocasiones difícil. "Por norma general, todo lo que requiere una explicación obstaculiza la información". No sólo el lenguaje complejo se da en la tecnología sino también en la redacción de informes de cualquier tipo. Algo que retrasa la comunicación y la puesta en marcha de los proyectos.

Organigrama laxo, cuanto más grande es la compañía, más compleja y difícil es la comunicación. Que alguien que tiene una idea necesite pasar por un sinfín de pasos hasta que se haga realidad, no hace sino ralentizar la puesta en marcha de nuevas propuestas. Musk aboga por romper la tradicional cadena de mando y que la comunicación fluya libremente entre distintos niveles.

Cambiar las normas clásicas y tradicionales, Musk considera que si una norma antigua no se adecua a los nuevos proyectos o situaciones de la empresa, no debe hacer falta seguirla al pie de la letra. Nuevas situaciones requieren nuevas normas.