Si ayer comentábamos el éxito de Red3.0, una plataforma para profesionales sanitarios, hoy estamos de enhorabuena porque ya es una realidad el Registro Nacional de Implantes de mama. Estará activo desde enero de 2018 y permitirá mayor prevención de las complicaciones relacionadas con las diferentes prótesis.

Este registro será un requisito a cumplir por las clínicas y cirujanos de forma obligatoria. Cada doctor tendrá sólo acceso a los datos de sus pacientes, mientras que la administración sanitaria podrá observarlos para el estudio epidemiológico y estadístico de los datos recogidos. De esta manera se sigue el trabajo que se realiza en Europa, donde la experiencia podría desembocar en un informe anual con información relevante para pacientes y profesionales.

Para el nuevo presidente, Jesús Benito Ruiz, lo más destacable de esta herramienta es su aplicación epidemiológica. Gracias al registro de los implantes empleados en la cirugía de mama, se podrán computar el número de intervenciones, la cantidad de unidades, las técnicas y los resultados de las operaciones.

Se sabrá si son cirugías de mama primarias (las que se realizan en primera instancia), o secundarias, destinadas a corregir un problema derivado de la primera o indicadas para renovar las prótesis. También se recopilarán datos como lugar de la incisión, ubicación del implante, historia clínica del paciente, posibles complicaciones de la operación, qué técnicas funcionan mejor, qué implantes son los más duraderos…

Con toda la experiencia, los datos, los historiales se evitarán problemas potenciales y tomar medidas con antelación. Casos como las prótesis PIP, cuando en Francia se descubrió que una empresa fabricaba los implantes mamarios con silicona de tipo industrial, han provocado mucha alarma y desinformación. Con esta nueva base y todo documentado, se podrá identificar de manera rápida y atajar quiénes la han sufrido y qué cirujano lo ha realizado.