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El ictus es una urgencia: llamar al 112 te puede salvar la vida

En el Día Mundial del Ictus recordamos la importancia de llamar al 112 para poder salvar la vida, te ayudamos a reconocer las consecuencias y cómo de importante es el trabajo de fisioterapia.

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El ictus es una urgencia: llamar al 112 te puede salvar la vida

Este domingo 29 de octubre es el Día Mundial de Ictus. Una enfermedad que es ya la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres); es además la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año entre 110.000 y 120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, de los cuales un 50 % quedan con secuelas discapacitantes o fallecen.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima en que los próximos 25 años su incidencia se incrementará un 27 %. Teniendo en cuenta que por cada minuto en el que una persona sufre detención o disminución de la circulación de sangre en el cerebro se pierden 1,9 millones de neuronas y 14 billones de conexiones neuronales, y que una hora supone un envejecimiento cerebral de 3,6 años y una pérdida de 120 millones de neuronas, el ictus es siempre una urgencia médica. Por ello, ante los primeros síntomas de ictus debe llamarse inmediatamente al 112 y no trasladar al paciente por medios propios al hospital o al centro de salud.

Cómo reconocer un ictus

Es la gran pregunta, cómo saber si yo mismo o incluso la persona que está a mi lado de repente está sufriendo un ictus. Bien, estos son algunos de los síntomas más reconocibles:

-alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.

-pérdida de manera brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y en las extremidades.

- alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual.

-pérdida brusca de coordinación o equilibrio.

-dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

-vigila si te das un golpe más o menos fuerte en la cabeza. Aunque no les des importancia de primeras puede tenerla. Díselo a alguien cercano para que esté atento, puede que tú no te des cuenta.

La edad es otro factor de riesgo, ya que la incidencia del ictus aumenta considerablemente a partir de los 60 años: un 5 % de los mayores de 65 años de nuestro país han tenido un ictus. No obstante, el ictus, puede aparecer a cualquier edad: un 0,5% de todos los ictus se producen en personas menores de 20 años. Además, en los últimos 20 años ha aumentado un 25 % el número de casos de ictus entre las personas de 20 a 64 años. Muy preocupante.

La fisioterapia ante el ictus

El ictus es la principal causa de muerte de mujeres en España.

La fisioterapia neurológica reduce un 80% las secuelas de un infarto cerebral o ictus a través de tratamientos individualizados específicos, programas de ejercicio terapéutico, técnicas globales de control motor, reeducación neuromotriz y facilitación del movimiento neuromotor.

Es por esto que el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias (COFC), con motivo del Día Mundial del Ictus ha querido subrayar la importancia de iniciar durante la primeras 24 horas la movilización de los pacientes con unictus hemodinámicamente estable. “La aplicación de tratamiento fisioterapéutico debe comenzar en la primera fase de ingreso hospitalario”, subrayan los especialistas.

El tratamiento fisioterapéutico busca en una primera fase recuperar la estabilidad del tronco y fuerza en las extremidades para poder mantenerse en pie y caminar. En un segundo lugar, se trabaja lograr la máxima recuperación motora posible, así como facilitar una mejoría general de la calidad de vida.


La fisioterapia enseña al cerebro a comenzar de nuevo. A través de sus terapias los pacientes pueden mejorar su capacidad funcional, es decir, conseguir una mayor independencia en las actividades de la vida diaria, reducir el uso de ayudas técnicas o conseguir movimientos más organizados reduciendo secuelas, y evitar acortamientos musculares o luxaciones articulares, entre otros.

En este proceso, es muy importante la colaboración e implicación directa por parte de la familia y la total motivación e implicación de la persona que ha sufrido el Ictus. Los mejores resultados de una recuperación post ictus pasan por el trabajo activo y de superación diaria de la persona que sufre el infarto cerebral. Un sujeto pasivo no conseguirá que su sistema nervioso central reaprenda nuevas actividades y movimientos.