La gente muere. Es inevitable. El ciclo de la vida. Pero hay muertes que ya sea por la popularidad del personaje, porque llegan "antes de hora" o por la forma en la que se producen... dejan más impacto que otras. Este año ha habido 12 casos sobrecogedores en deportes extremos.

Uno de los más impactantes es, sin duda, la muerte del ex surfista profesional y miembro del CT (primera división del surfing mundial), Chris Davidson. De un puñetazo y a la salida de un pub en Australia. Otros dos surfistas que murieron de manera repentina también dejaron un gran vacío. Son el pionero del surf aéreo Joe Crimo, a los 47 años. Y el también profesional y jovencísimo Kalani David, a quien una cardiopatía se le activó mientras estaba surfeando y murió ahogado. Pero sin duda, la peor es el asesinato de la skater Anna Kruse y su bebé de 10 meses a manos de su ex novio.

En circunstancias menos claras murió el director de la estación de esquí Krasnaya Polyana, el oligarca ruso Andrei Krukovsky, una vez empezada la guerra de Rusia con Ucrania. O la del snowboarder Sam Finnemore -a dos días de cumplir los 20- en su piso de estudiantes, calificada de "inexplicable" por parte de las autoridades. O los turistas extremos de lujo que se estrellaron con su avión y fueron devorados por los osos en Kamchatka, Rusia.

Una semana muy dura fue en octubre, cuando los amantes del skateboarding y de la revista Thrasher Magazine, la referencia del sector, tuvieron que despedirse de dos grandes. Primero se anunció la muerte de Pat Clark y luego la de Scott Starr, respetados personajes del mundo del skate, uno ante la cámara y el otro tras ella.

Finalmente, destacar también las trágicas muertes mientras practicaban su deporte favorito de Jonathan Trango, que se estrelló en el Mont Blanc realizando wingsuit; el campeón de escocia de Mountain Bike XCO, Rab Wardell, a quien se le paró el corazón dos días después de la victoria en dicho campeonato y con solo 37 años; la escaladora de tan solo 22 años Maya Humeau, que cayó 30 metros cuando escalaba Black Wall (en Colorado, EEUU); y el ex futbolista profesional holandés Mourad Lamrabatte, que se animó con el cliff diving en Mallorca y no sobrevivió a un golpe con la roca. Descansen En Paz.