La locura de Cameron Wurf: una media maratón corriendo tras la París-Roubaix

La celebración de la París-Roubaix ha vuelto a demostrar que los ciclistas están hechos de otra pasta, ya que muchos corredores que se vieron afectados en los incidentes habituales de carrera lograron llegar al velódromo André Petrieux de Roubaix pese a las adversidades y las caídas sufridas.

Sin embargo, hay corredores a los que los 256 kilómetros del ‘Infierno del Norte’ les parecieron poca exigencia y decidieron seguir haciendo deporte pese a haber estado más de cinco horas y media sobre la bicicleta y sobre los temidos tramos de pavés.

El mayor ejemplo de esto fue el ciclista australiano del Ineos Cameron Wurf, que a sus 39 años logró terminar la París-Roubaix en el puesto 128 a 22:44 del tiempo de Mathieu Van der Poel.

No contento con esto, Wurf salió a correr esa misma tarde por los alrededores de Roubaix, tal y como publicó el propio ciclista en su cuenta de Strava, donde subió una actividad de una carrera bajo el título “Domingo de adoquines” en la que completó una distancia de 21,2 kilómetros en 1:26:55 pese a la fatiga de Roubaix.

Una actividad con la que el Ineos quiso bromear en sus redes sociales y con la que el propio Wurf ironizó en sus redes sociales: “Ahora tengo hambre”. Un ejemplo de pasión por el deporte pese a la fatiga que deja en los corredores la disputa de París-Roubaix.