El ciclismo recuerda al ‘Chava’ Jiménez 20 años después de su muerte
Este 6 de diciembre se cumplen 20 años de la muerte del mítico ciclista abulense con tan solo 32 años. Se ganó el cariño del ciclismo con sus exhibiciones en las montañas.
España y el mundo del ciclismo siguen echando de menos a José María ‘Chava’ Jiménez cuando se cumplen 20 años de su muerte. Un infarto de miocardio acabó con la vida de una de las grandes figuras del ciclismo español de finales de los 90 y principios de los 2000 y considerado por muchos como uno de los mejores escaladores de la historia el 6 de diciembre de 2003.
El ‘Chava’, que quería ser torero de pequeño y que recibía este mote porque a su familia en El Barraco, su pueblo natal en Ávila, se les conocía como “los chabacanos” (aunque el propio Chava pidió se le escribiera con uve), acabó decantándose por la bicicleta gracias a la escuela de ciclismo de Víctor Sastre, padre del campeón del Tour de Francia en 2008 Carlos Sastre, casado a su vez con Piedad, la hermana del ‘Chava’.
Con 21 años el ‘Chava’ Jiménez dio el salto a la estructura del Banesto, donde logró ganar el Circuito Montañés como amateur antes de dar el salto como profesionales, conquistando la subida a Urkiola y la etapa en la exigente subida a Moncalvillo y la general en la Vuelta a La Rioja de 1994.
Estos éxitos significaron el salto al estrellato de un ‘Chava’ que estuvo presente en el histórico Mundial de Duitama de 1995, donde terminó decimotercero tras el histórico doblete de Abraham Olano y Miguel Indurain, y que en 1997, con los colores de campeón de España, logró terminar octavo en la general del Tour de Francia y la primera de las nueve victorias de etapa que conseguiría en la Vuelta a España en la llegada a Los Ángeles de San Rafael, además de ganar la primera de las cuatro clasificaciones de la montaña que lograría en la ronda española.
La batalla con Olano en La Vuelta del 98 y su exhibición en el Angliru
Sería en La Vuelta donde el ‘Chava’, tras conquistar el Mont Ventoux en el Dauphiné, cimentaría su leyenda en el ciclismo tal y como demostró en la edición de 1998, donde conquistó las cimas del Xorret del Catì (donde se visitió de líder), la Estación de Pal, Cerler y las Lagunas de Neila para llegar líder a la crono final de Fuenlabrada, donde Jiménez perdió La Vuelta en favor de su compañero de equipo Abraham Olano en una vuelta marcada por la polémica entre ambos con Karmele Zubillaga, la mujer de Olano, como protagonista tras criticar los ataques del ‘Chava’ en carrera. Jiménez terminó tercero en la general y repitió de nuevo con el título del maillot de la montaña.
Un año después, en 1999, el ‘Chava’ mostró su idilio con la ronda española convirtiéndose en el primer rey de l’Angliru tras derrotar a Pavel Tonkov y Roberto Heras, además de recibir un premio de un millón de pesetas por parte de AS por ser el primero en conquistar el coloso asturiano, y terminar quinto en la general con su segunda clasificación de la montaña.
En el año 2000 el ‘Chava’ lograría la general de la Volta a Catalunya tras imponerse en la etapa de Els Cortals y en la cronoescalada de La Rabassa y rozó la victoria de etapa en Courchevel en el Tour, donde fue segundo tras Marco Pantani, aunque se vio obligado a abandonar en la octava etapa de La Vuelta.
Una Vuelta en la que se redimiría un año después logrando tres triunfos de etapa en las cimas del Alto de la Cruz de la Demanda, en Pal y en la cronoescalada de Ordino para conseguir el maillot de la montaña y de la regularidad en la edición de 2001.
Se cumplen 20 años de la muerte del 'Chava' Jiménez
La caída a los infiernos del ‘Chava’ y el comienzo del mito
A partir de ahí empezaron los coqueteos con la noche del ‘Chava’ y ese hecho le mermó en su preparación sobre la bicicleta, lo que propició que anunciara su retirada antes del inicio de la temporada 2002.
El no poder volver a brillar sobre la bici sumió al ‘Chava’ en un episodio de depresión e incluso a pensar en el suicidio y que provocó que fuese ingresado en la Clínica San Miguel de Madrid, donde aquel fatídico 6 de diciembre de 2003 un infarto al corazón puso fin de forma repentina a la vida del ‘Chava’ Jiménez.
Un ‘Chava’ Jiménez que, además, fue columnista de AS y que relató sus vivencias en el pelotón entre 1996 y el 2000, contando de primera mano cómo se vivía el Tour de Francia en la piel de un corredor. Un ‘Chava’ que mostró su filosofía de vida con una frase que le define a la perfección. “Yo, todo o nada. Si no puedo ganar ni me molesto”. Lo que sí que se ganó fue el cariño de un mundo del ciclismo que, 20 años después, mantiene viva su figura.
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