CICLISMO

Van der Poel conquista un espectacular Tour de Flandes

El neerlandés brilla para lograr su segunda victoria en la prueba belga con un Pogacar que dinamitó la carrera y acabó cuarto, disgustado tras el esprint.

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Van der Poel conquista un espectacular Tour de Flandes
AFP

Mathieu van der Poel se presentaba en el Tour de Flandes como gran favorito. Pese a que fuera tan solo su octavo día de competición en este 2022, el neerlandés ya avisaba esta semana de su estado de forma: "Llego a buen nivel, con la preparación que quería", dijo el del Alpecín, al que le han acompañado los problemas de espalda en este arranque de año. Ya se impuso el pasado miércoles en A Través de Flandes, el aperitivo del segundo monumento del año, y este domingo volvió a brillar para imponerse en la meta de Oudenaarde por segunda vez, tras la conquista de 2020. Los dos monumentos que tiene son en la cita belga.

Fue un mano a mano con un excelso Tadej Pogacar... aunque el esloveno finalmente acabó cuarto, fuera del podio. El exceso de vigilancia entre ambos provocó que llegaran por detrás Dylan van Baarle y Valentin Madouas, y Pogacar lamentó en meta, brazos en alto, que no tuvo hueco en el esprint. Aun así, deja su sello en Flandes, una carrera a la que llegaba para conocer los adoquines de primera mano, ya que estarán presentes en el Tour de Francia y... un corredor como él no tiene carrera de prácticas o reconicimiento: siempre sale a ganar, y más en un monumento. El propio Tadej seleccionó la carrera.

Hizo varias aceleraciones, siendo claves en los tramos adoquinados del Viejo Kwaremont, en la que la cabeza quedó en cinco corredores, y la del Paterberg, en la que llegó a sacar algún metro a Van der Poel, que se agarró con todo a la rueda del esloveno. Era la gran oportunidad de Pogacar para irse solo, en el último muro, pero el neerlandés aguantó para jugarse la victoria con el del UAE. Lo que está claro es que Pogacar tomó nota en A Través de Flandes y que, pese a verse involucrado en una caída a 245 km de meta, la colocación y las sensaciones fueron mejores que entonces. Aunque acabase disgustado en meta, con gestos de desaprobación, parece difícil pensar que no volverá a la cita. Ningún ganador de grandes vueltas (el esloveno tiene dos Tour de Francia) conquista Flandes desde Gianni Bugno en 1994, y así seguirá por el momento.

Fue una carrera muy activa en todo su recorrido, los 272 kilómetros con salida en Amberes. El temporal de nieve que días atrás tapó el recorrido desapareció, pero el frío y las bajas temperaturas hacían que fuese una carrera más otoñal que primaveral. Tras dos años de restricciones de público por la pandemia, esta vez la numerosa afición belga (y suiza, flamenca, neerlandesa...) inundó las carreteras, y eso que en este 2022 se confirmó la peor racha local de la historia de Flandes: cinco ediciones seguidas sin un triunfo nacional. La baja de Wout van Aert fue también importante en este aspecto.

Van der Poel y Pogacar, en el mano a mano

Al poco de arrancar se formó una fuga de nueve corredores, con Max Kanter (Movistar) entre ellos. Alpecin y Quick Step se encargaban de llevar el ritmo en el pelotón, para no dar mucho margen y poner tensión en los adoquines. Iván García Cortina, a 90 km de meta, hizo un movimiento que dinamitó por vez primera la carrera, formando un grupo perseguidor a la cabeza de carrera. Van der Poel y Pogacar, con sangre fría, aguantaban por detrás. El asturiano, pese a que finalmente no pudo estar en la lucha, mostró buenas piernas. Más movimientos, como el de Jan Tratnik, desarbolaron la cabeza, hasta que todo se fusionó. Fue el momento en el que Fred Wright y Dylan Van Baarle se fueron en cabeza de carrera.

Los dos vieron como por detrás, tras el cambio de ritmo de Pogacar, llegaban a su rueda el esloveno junto a Van der Poel y Madouas. La carrera estaba entre los cinco, y los dos más fuertes demostraron su poderío en el Viejo Kwaremont. El novato sobre el adoquín Pogacar, que parecía un experimentado, contra el favorito neerlandés, que en este 2022, a sus 27 años, está demostrando una templanza y un gran acierto para resolver las carreras. Tiempos atrás, ganaba por fuerza. Ahora, también con cabeza y sangre fría. Aguantó al máximo el esprint ante Pogacar (recordando que el propio Van der Poel en 2021, siendo favorito en el mano a mano con Kasper Asgreen, perdió), y provocó que llegaran Van Barle y Madouas ya lanzados por detrás. A él no le afectó, pero sí a Tadej, que quedó cerrado. Fuerza y cabeza para un Van der Poel, nieto del ya fallecido Raymond Poulidor, que en citas así es el favorito, algo que muchas veces hace más difícil conseguir el triunfo. Y lo logró.