"Era muy importante para La Vuelta que el Tour llegara a París"
Javier Guillén, director de La Vuelta, ha seguido muy de cerca el Tour de Francia en estos tiempos en los que el ciclismo lucha para poder cumplir el calendario.
Javier Guillén (Madrid, 48 años) es el director de La Vuelta, que en este atípico 2020 cumplirá su 75ª edición. Pero lo que iba a ser un año de celebración se ha convertido en un reto tremendo por la pandemia. El éxito del Tour ha sido un empujón para la organización de la carrera, que arranca el 20 de octubre.
Desgraciadamente, por los tiempos en que vivimos, la pregunta a cualquier evento de esta magnitud no puede ser otra. ¿La Vuelta sigue su curso?
Sigue su curso, absolutamente, y nosotros seguimos trabajando. Con la clave de que la carrera se tiene que llevar a cabo bajo un protocolo especial por la situación que vivimos. A partir de ahí, lo que hay que ver es la evolución de la pandemia y esperar que vaya a menos. Pero desde la organización no nos planteamos que no haya carrera. Si en el horizonte aparece algún factor que invite a pensar lo contrario será algo sobrevenido, pero no cuento con ello por una sencilla razón: si supiéramos que no va a haber Vuelta 2020 no estaríamos trabajando en ella como lo estamos haciendo. No nos planteamos otro escenario. Hemos hablado con los equipos y ni uno solo tiene en la cabeza que no va a haber carrera. Todo el mundo puede entender que yo no sé cómo va a evolucionar la pandemia. Sí sigo su evolución con mucha atención.
¿Qué respuesta encuentra en las instituciones?
Puedo decir que hay voluntad de todos, incluido el CSD, que ha presentado un protocolo para el regreso de las competiciones. Y a la hora de trabajar, hay una serie de hechos positivos que lo respaldan: se ha disputado la Vuelta a Burgos, se ha disputado Dauphiné, Polonia, Tirreno el Tour de Francia... De eso, la primera lectura que saco es que no somos un deporte, ni que absorbe contagios, ni que los propaga. Que luego se da la circunstancia, por ejemplo, de que vuelve a haber confinamientos, ya sea nacional o autonómicos... Pero si la pregunta es si va a haber Vuelta, la respuesta es sí.
¿Qué lectura hace del desarrollo del Tour?
Era muy importante que el Tour acabara. ¡Muy importante! La realidad es que el Tour ha comenzado y ha terminado sin incidencias, por mucho que haya habido algún caso concreto en el que se ha tenido que actuar aplicando el protocolo, ya fuera el de carrera o el de Francia. ¿Si me pregunta qué hubiera ocurrido si el Tour no hubiera acabado o hubiera concluido mal? Pues entonces respondería que la Vuelta tendría un grave problema. El Tour es la rueda a seguir. Su protocolo es un ejemplo y lo vamos a llevar a cabo con las mismas restricciones y la misma contundencia. Y lo que podamos reforzar, lo reforzaremos. Porque la intención es tener una burbuja radicalmente sana. Estamos informando a cada comunidad autónoma de las medidas que vamos a tomar y tomando nota de todos los requerimientos que tienen. Como digo, todos los actores están implicados en la celebración, empezando por el CSD, pero siempre que le podamos poner la etiqueta de deporte seguro, claro. Porque sabemos que sólo hay una manera, siendo una Vuelta muy segura.
Una vez que esa es la prioridad, ¿qué espera del plano deportivo? ¿Contempla una buena participación?
Prevemos que haya una participación muy buena. Apunta a que podremos contar con ciclistas como Chris Froome, Enric Mas... a los que se pueden unir Richard Carapaz, Tom Dumoulin... Me encantaría que viniera, por ejemplo, Marc Soler, que es un corredor que creo que en la Vuelta podría ser un ciclista que anime muchísimo la carrera. Veremos qué alineación tiene el Jumbo, que como todos hemos visto, tiene muchísimos ciclistas de alto nivel. Estoy hablando sin saber quién vendrá finalmente, pero todo apunta a que la participación debería ser buena.
Una imagen del Tour que sí ha preocupado, por ejemplo en los puertos y así lo han hecho saber los equipos, son las aglomeraciones de aficionados, algunos sin mascarilla.
A día de hoy tenemos un eslogan claro, 'La Vuelta en casa'. Y hasta pidiendo perdón a la afición, en un año tan atípico y tan extraño, le rogaría a la gente que se quedara en casa. A partir de ahí, sí vamos a proponer que en puntos como ciertos puertos de montaña se eviten las aglomeraciones y que haya restricciones. No voy a decir en cuál sí y en cuál no, porque estamos en contacto con las comunidades debatiendo cómo llevar a cabo esas restricciones. Pero sí puedo decir que la Vuelta, en esta edición, es partidaria de evitar a toda costa esas aglomeraciones.
En este Tour que consiguió lidiar con la pandemia, sí hubo un positivo llamativo, el de su director, Christian Prudhomme.
Mi opinión es que, antes de que se contagie ningún corredor, que se contagie el director porque de lo que estamos hablando es que lo importante es la carrera. Por supuesto que voy a ser el primero en tomar todas las medidas para que eso no ocurra, pero yo estoy fuera de la burbuja de carrera. A Prudhomme lo que hay que darle es la enhorabuena por un Tour histórico y reconocer la transparencia que han tenido. Me alegré de que se recuperara, de que se reincorporara y de que pudiera llegar a París.