Doblete de Andersen en vísperas de la cronoescalada decisiva
El danés del Sunweb logró escapado su segunda victoria en el Tour 2020, que se resolverá este sábado en La Planche des Belles Filles entre Roglic y Pogacar.
El Tour de Francia 2020 pende de 57 segundos y 36 kilómetros. Ese es el tiempo que tiene de colchón Primoz Roglic sobre su compatriota Tadej Pogacar. Y esa es la distancia de la contrarreloj de este sábado entre Lure, el pueblo de Thibaut Pinot, y La Planche des Belles Filles, una subida de 5,9 km al 8,5% de pendiente media, el nuevo clásico de los Vosgos. La antepenúltima etapa no movió la clasificación, como era previsible.
Los duelos por la general se aplazan a la crono. Los dos eslovenos protagonizan el combate estelar por el maillot amarillo, la gloria eterna. Pero hay más. La defensa de Miguel Ángel López de un minuto y 39 segundos para salvar el tercer peldaño del podio ante Richie Porte. El combate fratricida comprimido en 51 segundos entre Mikel Landa y Enric Mas, más especialista que el alavés, por la quinta plaza final. Incluso el maillot de la Montaña entre Richard Carapaz y Pogacar, separados por dos puntos. Y hasta la décima posición de Alejandro Valverde, que sólo aventaja en 19 segundos a Damiano Caruso. Duelos y microduelos con intereses variados. Emoción a las puertas de París.
La etapa de este viernes ni movió la clasificación general, ni movió el premio de la Montaña, sino que se convirtió en una doble batalla por la victoria parcial y por el maillot verde. El éxito lo acaparó el danés Soren Kragh Andersen, un rodador con trazas de clasicómano, que sumó su segundo triunfo en la actual edición con un ataque a 15 kilómetros de la meta. El segundo ganador del día es Sam Bennett, que aumentó ligeramente su renta sobre Peter Sagan al frente de la regularidad a 55 puntos. Quedan 90 en litigio: 20 en la crono, donde no tienen ninguna posibilidad, y 70 en la última de París. Ya es prácticamente suyo.
Rémi Cavagna, el TGV de Clermont-Ferrand, el AVE francés, para entendernos, arrancó en el kilómetro 5 de la etapa, en busca de una galopada imposible y, de paso, con la función de arrancarle puntos a Sagan en el lejano esprint especial. Por allí pasó primero, mientras que su líder Bennett cruzó quinto, por delante del eslovaco. El podio de los Campos Elíseos está mucho más cerca. El reinado de Sagan languidece.
Sólo a partir de ese punto, a 49 kilómetros de la meta, en Mournans-Charbonny, se permitieron las guerrillas por la etapa. En uno de los cortes se metió Omar Fraile, único español que pujó por la victoria. Pero fue engullido. Finalmente se produjo un grupo ilustre en el que se colaron los dos contendientes de la jornada, Sam Bennett y Peter Sagan, en marcaje férreo. Ajeno al verde, a lo suyo, Andersen lanzó un ataque certero para conquistar su segunda victoria de etapa,
El día se desarrolló como una etapa de transición, con todas las cautelas que siempre hay que tomar con esta definición en el Tour de Francia. O si no que le pregunten a Lukas Pöstlberger, que tuvo que retirarse por un shock anafiláctico tras sufrir la picadura de una abeja en la boca. Su salud no corre peligro, pero el ciclista tuvo que dejar la competición a dos días de París, justo cuando el equipo Bora procedía a neutralizar a Cavagna. No fue una buena jornada para Sagan y los suyos. No hay transición en la Grande Boucle.