El Tour del coronavirus
La carrera arranca hoy en Niza entre las dudas que genera la pandemia. Bernal y Roglic parten como favoritos. Todo se decidirá en la última semana.
El Tour de Francia de 2020 arranca hoy en Niza. La carrera más importante, en medio de la mayor crisis sanitaria y económica en un siglo por la pandemia de coronavirus. La tabla de salvación para un deporte que depende más que ningún otro de sus patrocinadores y de la visibilidad de la televisión. Christian Prudhomme, director de la ronda, y David Lappartient, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), no se cansaron de repetirlo durante los meses de confinamiento: "Salvar el Tour significa salvar el ciclismo". De hecho, el calendario exprés y comprimido se construyó alrededor del Tour. Pero el runrún previo no va dirigido a debatir sobre los favoritos: el pelotón teme que la competición no termine en París por culpa de la evolución del virus.
El departamento de los Alpes Marítimos, al que pertenece Niza, se encuentra en zona roja desde el jueves. Dos integrantes del staff del Lotto Soudal dieron positivo en los test PCR efectuados desde el miércoles. El protocolo sanitario, que en un principio hubiera impedido que el equipo belga tomara la salida por sus dos casos, se flexibilizó hasta el punto de que sólo se producirán expulsiones con dos positivos de corredores en un plazo inferior a una semana. La organización transmite la impresión de que el Tour ha de salir adelante como sea, aunque la caravana se reduzca un 40%, a sólo 3.000 personas acreditadas. Eso sí, también se desliza que no temblará la mano para poner el freno.
Pese a las ausencias por baja forma en la alineación del Ineos de Froome, cuádruple campeón, y Thomas, vencedor en 2018, y la de Kruijswijk en el Jumbo por lesión, la pelea por el maillot amarillo se presenta como un choque de trenes entre ambas escuadras, con Bernal (defensor del título), Carapaz y Sivakov por un lado, y Roglic, Dumoulin y Bennett por otro. Eso sí, con margen para Pinot, Landa, Buchmann, Nairo, Pogacar, Superman, Mas…
El Tour se adentrará en las cinco principales cadenas montañosas del país: los Alpes, los Pirineos, el Macizo Central, el Jura y los Vosgos. En la segunda jornada ya se ascenderán 3.500 metros de desnivel, y en la cuarta se producirá la primera llegada en alto en Orcières Merlette. Sin embargo, la carrera se decidirá en la última semana, con los Alpes y la cronoescalada de La Planche el penúltimo día, la única etapa de lucha contra el reloj. Un trazado para escaladores. Para valientes. Pero todo lo que tiene que arriesgarse en la carretera no debe convertirse en temeridad fuera de las vallas, en plena pandemia mundial. El espectáculo comienza esta tarde. No se sabe cómo concluirá.