La pandemia marca el Tour de 2020 (29 de agosto-20 de septiembre), un duelo entre Ineos (Bernal defiende título) y Jumbo (Roglic aspira al amarillo).
El Tour de Francia de 2020 debió disputarse entre el 27 de junio y el 19 de julio, pero a causa de la pandemia de coronavirus quedó aplazado y se celebrará entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre. Esta atípica temporada exprés lo condiciona todo, desde plazos y preparación a la presencia o no de algunos corredores, que optan por otras carreras (Vincenzo Nibali y Simon Yates, por el Giro de Italia), se lesionan (Steven Kruijswijk) o no llegan en buenas condiciones (por su bajo nivel, el Ineos llevará al Giro a Geraint Thomas, ganador en 2018, y a la Vuelta a Chris Froome, cuádruple campeón). Pese a las ausencias de Froome y Thomas en la alineación del Ineos y la de Kruijswijk en el Jumbo, la pelea por el maillot amarillo se presenta como un choque de trenes entre ambas escuadras, con Bernal, Carapaz y Sivakov por un lado, y Roglic, Dumoulin y Bennett por otro. Eso sí, con espacio para los valientes para pescar en río revuelto: los Pinot, Landa, Buchmann, Nairo, Pogacar, Superman, Mas… En estas líneas pasamos a desgranar algunas de las claves del recorrido y los protagonistas de una cita marcada por la incertidumbre, que contará con unas medidas de seguridad y unos protocolos sanitarios muy exigentes (dos positivos por COVID-19 supondrán la expulsión de cualquier formación) para proteger la joya de la corona del ciclismo.
Egan Bernal (Ineos, 23 años, Bogotá). Mejor Tour: 1º, 2019
El colombiano defiende título. Se trata de una de las mayores joyas del pelotón, gran escalador y también muy solvente en la lucha contra el crono. Se retiró del Dauphiné con molestias en la espalda y habrá que comprobar su estado de forma. Se llevó la Ruta de Occitania tras el parón, aunque algunas voces apuntan a que quizá se sobreentrenó durante el confinamiento.
Primoz Roglic (Jumbo, 30 años, Trbovlje). Mejor Tour: 4º, 2018
El esloveno se subió al podio del Giro (tercero) y conquistó la Vuelta en 2019. En 2018 terminó cuarto en el Tour y en 2020 ejerce de dominador. También abandonó el Dauphiné cuando iba líder por una caída. Poderoso rodador, su evolución en la montaña le lleva a aspirar a todo. Le arropará Dumoulin, un ganador del Giro, pero no estará Kruijswijk, tercero de 2019, lesionado.
Thibaut Pinot (Groupama, 30 años, Melisey). Mejor Tour: 3º, 2014
Ganador de etapa en las tres grandes y uno de los mejores escaladores del pelotón, y también de los que sufren más lesiones y no ha podido confirmar todo su talento. Tercero en la edición de 2014, desde entonces no ha alcanzado más podios en pruebas de tres semanas. En 2019 se le veía en el momento de su vida… hasta una rotura fibrilar. Llega a tope y muy motivado.
Nairo Quintana (Arkea, 30 años, Tunja). Mejor Tour: 2º, 2013 y 2015
El colombiano, campeón de Giro (2014) y Vuelta (2016), ha acabado segundo y tercero en el Tour. Desde su segunda plaza en el Giro de 2017 bajó su rendimiento en las grandes, aunque salir de Movistar y dejar de compartir capitanía le ha rejuvenecido. Uno de los escaladores más destacados de la historia, se retiró del Dauphiné por prevención, como Bernal y Roglic.
Mikel Landa (Bahrain, 30 años, Murgia). Mejor Tour: 4º, 2017
Como Pinot, otro que sólo tiene un cajón en una grande: tercero en el Giro de 2015. Se quedó a un segundo de ser tercero en el Tour de 2017 y a ocho de la misma plaza en el Giro de 2019. La crono penaliza su rendimiento en la montaña. Esta vez parece que sí dispondrá del liderazgo que ha reclamado a los equipos, aunque en el Dauphiné concluyó con molestias de espalda.
Tadej Pogacar (UAE, 21 años, Komenda). Debutante
Otra de las revelaciones de 2019, acabó tercero y se apuntó tres victorias en su debut en una grande en la Vuelta. Tiene olfato de rematador y una considerable ambición. Sube muy bien, pero también contrarrelojea (batió a Roglic en el Nacional esloveno). Se tratará de su primera participación en el Tour, y no le preocupa nada: “Consiste en competir mejor que el resto”.
Superman López (Astana, 26 años, Pesca). Debutante
El colombiano dio un paso atrás en 2019 después de quedar tercero en Giro y Vuelta en 2018: séptimo en Italia y quinto en España. Viene de una quinta plaza en el Dauphiné para estrenarse en el Tour. Potente escalador, en los últimos tiempos ha perdido un poco de pegada. Además, la disciplina de las cronos le supone una tortura y suele padecer percances de caídas.
Romain Bardet (Ag2r, 29 años, Brioude). Mejor Tour: 2º, 2016
Segundo (2016) y tercero (2017) del Tour, parece que alcanzó su mejor rendimiento ya en las grandes vueltas, aunque su tesón y calidad como escalador no le pueden descartar. Terminó sexto en el Dauphiné, asegura que irá a más en su golpe de pedal y pretende despedirse con una alegría de la escuadra de la que forma parte desde 2012. En 2021 se irá al Sunweb.
Emanuel Buchmann (Bora, 27 años, Ravensburg). Mejor Tour: 4º, 2019
El alemán concluyó cuarto en la edición de 2019, después de irrumpir con un tercer puesto y un bonito triunfo en Arrate en la Vuelta al País Vasco. Abandonó el Dauphiné con profundas abrasiones por una caída, lo que perjudicó a la última fase de su preparación. Sin embargo, tanto él como su equipo piensan que se encontrará en un momento ideal y de madurez.
Enric Mas (Movistar, 25 años, Artá). Mejor Tour: 22º, 2019
Segundo en la Vuelta de 2018 con el Deceuninck, en 2019 debutó en la ronda gala con una 22ª posición, al servicio del sorprendente Julian Alaphilippe. En su primer curso con Movistar debe dar un paso adelante tanto en la escuadra como corredor de grandes vueltas. Valverde ya ha confirmado que le ayudará en todo lo que pueda y que él sólo aspirará a victorias parciales.
El Tour de Francia de 2020 no subirá algunos de los puertos que han forjado su historia: Galibier, Alpe d’Huez, Tourmalet o Aubisque. Sin embargo, sí se adentrará en las cinco principales cadenas montañosas del país: los Alpes, los Pirineos, el Macizo Central, el Jura y los Vosgos. En la segunda jornada ya se ascenderán 3.500 metros de desnivel con Colmiane, Turini y Èze, y en la cuarta se producirá la primera llegada en alto en la estación de Orcières Merlette. En la sexta, meta en Mont Aigoual. Destacarán la media montaña y los finales en bajada, con apenas cinco ocasiones claras para los velocistas a lo largo de los 21 días.
Mucho ojo con la jornada atlántica (y el viento que sople de costado) entre las islas de Oléron y Ré, para abrir el segundo bloque de competición. La dureza se concentrará a partir del segundo domingo, con el Grand Colombier y la entrada en los Alpes en la tercera semana: después del reposo se afrontarán Porte, Madeleine, Loze, Roselend o Glières. El kilometraje se reduce de forma drástica (sólo la etapa entre Chauvigny y Sarran superará los 200 km, 218), al igual que la contrarreloj. De hecho, sólo habrá 36 km cronometrados, con llegada en alto en La Planche des Belles Filles el penúltimo día. Quizá nada se decida hasta entonces y resulte fundamental antes del tradicional paseo triunfal por los Campos Elíseos.