CICLISMO | LOMBARDÍA

Fuglsang sale victorioso del accidentado Lombardía

El danés certificó su triunfo en solitario tras dejar atrás a Bennett en la última subida. Evenepoel cayó por un puente. Schachmann, arrollado por un coche.

MARCO BERTORELLO

La Clásica de las Hojas Muertas estuvo más viva que nunca, un espectáculo vibrante a pesar del atípico curso 2020 que ha dejado la pandemia. Poco importaba que faltaran las estrellas del Dauphiné, coincidente en el tiempo, o que el recorrido inicial se recortase en 15 km, ya que hubo de todo. Jakob Fuglsang se hizo con el triunfo y sumó el segundo monumento a su palmarés, tras la Lieja del curso pasado, pero el desafortunado protagonista fue Remco Evenepoel. El debut soñado del belga en un monumento se tornó en pesadilla cuando a pocos kilómetros del final se precipitó por encima de un puente al chocar con un muro de piedra. Por si fuera poco, Max Schachmann también dio otro susto al ser arrollado por un coche que cruzó la carretera. Por suerte, sin consecuencias para el alemán, que entró en meta por su propio pie.

No corrió la misma suerte Evenepoel, que fue atentido rápidamente por los servicios de rescate en la zona en la que cayó, cerca de un río, y tuvo que ser trasladado al hospital de Como para someterse a unas pruebas que confirmaron graves lesiones: fractura en la pelvis y contusión en el pulmón derecho. Debido al impacto contra el suelo (desde unos cinco metros de altura) fue trasladado en camilla a la ambulancia, collarín incluido. Pese a la espectacularidad de las imágenes, el belga se mantuvo consciente en todo momento, aunque deberá pasar esta noche en observación antes de volar el domingo de regreso a Bélgica.

En cuanto a lo deportivo, que quedó empañado por la preocupación producida por estos sucedos, cabe señalar que la carrera fue frenética desde el banderazo de salida. Ningún equipo guardó nada y eso propició que la fuga tardase casi 1 hora en conformarse, con once hombres que abrieron hueco a partir del km 40 de la carrera. A 50 km/h de promedio se rodó en la primera hora, casi nada. Y buena culpa de ello tuvo el conjunto Deceuninck, que controló en todo momento el devenir de la etapa junto a los hombres del Jumbo-Visma en cabeza del pelotón.

Ese trabajo neutralizó la fuga a falta de las tres últimas ascensiones, gracias en gran medida a Devenyns, escudero de lujo para Evenepoel durante los 231 km del recorrido. El fuerte ritmo seleccionó tanto la carrera que a falta de 50 km ya sólo quedaba en cabeza un grupo de doce elegidos. Ningún favorito faltó a la cita, aunque curiosamente el primero en descolgarse fue Mathieu Van der Poel, quien parece no encontrarse en tan buena forma como la temporada pasada. Cuando el grupo era de seis llegó el desastre de Evenepoel mientras perseguía en el descenso de Sormano a Mollema, Ciccone, Nibali, Bennett y Fuglsang, los hombres que se jugarían el triunfo. Cabe señalar que el saliente del muro donde impactó Remco fue la misma zona donde chocó Bakelants en el Lombardía de 2017.

El Trek era el equipo con más representación en cabeza, pero sus tres hombres fueron los primeros en decir adiós en el tramo decisivo. Cuando Fuglsang y Bennett aceleraron el ritmo se quedaron solos, a expensas de un Vlasov que quedó en tierra de nadie por detrás. Finalmente, el danés aceleró para soltar con autoridad a Bennett en San Fermo della Battaglia, quien venía de ganar hace varios días en el Piemonte, y saborear el segundo monumento de su palmarés en solitario. Día histórico de ciclismo, por lo bueno, y lo malo...

Resultados

1º Jakob Fuglsang (DIN, Astana), 5:32:54

2º George Bennett (NZe, Jumbo), a 31"

3º Aleksandr Vlasov (RUS, Astana), a 51"

4º Bauke Mollema (PBa, Trek), a 1:19

5º Giulio Ciccone (ITA, Trek), a 1:40