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TOUR DE FRANCIA | ETAPA 13

Alaphilippe y Mas van en serio

El francés ganó la contrarreloj y llegará de líder destacado al fin de semana de los Pirineos, mientras que su compañero español ya es cuarto y maillot blanco.

Julian Alaphilippe ganó la contrarreloj de Pau enfundado en el maillot amarillo.
Julian Alaphilippe ganó la contrarreloj de Pau enfundado en el maillot amarillo.AFP

Geraint Thomas no sacó el mazo en la contrarreloj, como estaba previsto, porque el mazo se lo había robado Julian Alaphilippe, que avanza una etapa más con ese maillot amarillo que los pronósticos, día tras día equivocados, le llevan quitando desde hace tiempo. Suponemos que esos mismos análisis que le eliminaban en los Vosgos, o luego en esta crono, se trasladarán ahora al fin de semana estelar de los Pirineos, o si no a los Alpes. Y hasta es posible que alguna vez acierten. Pero, de momento, ahí sigue: vestido de amarillo en la misma jornada que la prenda cumplía cien años. La historia del Tour se ha escrito gesta a gesta. ¿Por qué no otra?

Alaphilippe no sólo no perdió el maillot, sino que dominó la contrarreloj de Pau, igual que había hecho su compatriota Bernard Hinault en 1981, en este mismo escenario y con un kilometraje similar. Hinault, por cierto, es el último francés que ha ganado el Tour, en 1985. Ahí queda el dato, por si hay que rescatarlo en unos días. El líder venció con 14 segundos de ventaja sobre Thomas, a quien distancia en 1:26 en la general. El tercero, Steven Kruijswijk, se encuentra ya a 2:12. Y el cuarto, ojo al cuarto, es su compañero Enric Mas, a 2:44.

Abrimos otro párrafo sobre Enric Mas, se lo ha ganado. El balear sigue metido en la pelea sin hacer ruido. Alaphilippe absorbe toda la presión del equipo Deceuninck, y el resto de gallos también desplazan del foco mediático a este joven debutante de 24 años, segundo en la Vuelta a España, donde conquistó la etapa reina en Andorra. De momento ya le tenemos en el podio con el maillot blanco, que ha arrebatado a Egan Bernal, a ese campeón del futuro que las apuestas ya situaban en cabeza para adjudicarse este Tour, que sale como uno de los grandes derrotados de la jornada, a 1:36 del vencedor.

Enric Mas, durante la contrarreloj de Pau, que le aupó a la cuarta plaza de la general.
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Enric Mas, durante la contrarreloj de Pau, que le aupó a la cuarta plaza de la general.AFP

Este sábado se sube el Tourmalet, el primer gran puerto de verdad de la presente edición. El coloso de los Pirineos nos dará conclusiones más certeras sobre el destino de este Tour. ¿Resistirá Alaphilippe en las altas cumbres? ¿Enric Mas mantendrá la frescura y el nivel? Lo que parece claro es que el Ineos tendrá que dar un paso al frente si quiere dañar al dúo del Deceuninck, ya no le sirven estrategias conservadoras.

Mientras, Kruijswijk sigue arriba, calladito. Y el resto de candidatos a París se emplazan a más de tres minutos, por lo que no les queda otra que atacar, atacar y atacar. No hay excusa. Me refiero a Pinot (a 3:22), a Urán (3:54), a Nairo Quintana (3:55), a Adam Yates (3:55), a Fuglsang (4:29), a Porte (4:44)… Más lejos, bastante más, Landa comenzará su mejor terreno a seis minutos del amarillo, una distancia imposible que, sin embargo, quizá le permita tomarse mayores libertades.

Más allá de la general, la contrarreloj también tuvo otro protagonista inesperado, que merece una mención especial. Thomas de Gendt es uno de los corredores más queridos por el público, un ciclista tan potente como revoltoso, un culo inquieto que detesta viajar en el pelotón. Si puede ir solo, mejor que acompañado. De Gendt es un hombre eternamente escapado, protagonista de locas fugas que muchas veces remata con victorias gloriosas. Había una pregunta que rondaba siempre sobre su rendimiento: ¿Por qué alguien que saca tan buen resultado a rodar en solitario no marcha bien en la contrarreloj? Pues, seguramente, porque nunca se lo había propuesto. Este viernes se animó y casi la lía. Fue tercero. A sus 32 años, que serán 33 en noviembre, quizá ha encontrado otro camino para exprimir su heroica soledad.