Juan Antonio Flecha disparó el arco al corazón de su novia
El español ganó en Toulouse en el Tour de 2003, con 25 años. El ciclista conocía la llegada por las visitas a su pareja, que estudiaba en esa ciudad.
El perseverante Juan Antonio Flecha ya había estado otras veces cerca de ganar en el Tour de Francia, pero nunca lograba rematar. Así que empezaron a caerle bromas relacionadas con su apellido: "A ver si afinas la puntería…", "a ver si tensas el arco…". Flecha nunca se rindió. Hasta que por fin logró tensar el arco el 17 de julio de 2003, en el Tour del Centenario, cuando celebró la victoria en la meta de Toulouse haciendo la figura del arquero.
Más que lanzar una flecha, lo que lanzó fue un flechazo. Así se tituló precisamente aquella crónica en AS: ‘Flechazo’. Con un doble sentido. La entonces novia del ciclista español, Lourdes, vivía por aquellos tiempos en Toulouse, donde hacía prácticas de ingeniera en el Centro Nacional Francés de Técnicas Aeroespaciales. Como buen novio, Flecha se desplazaba con frecuencia a visitarla. Y aprovechaba aquellas incursiones para revisar el final de etapa del Tour. Se conocía el trazado al dedillo.
Tantas veces visualizó el punto donde iba a atacar, que lo memorizaba con los ojos cerrados. La escapada estaba formada por ocho corredores, entre ellos también Isidro Nozal (3º) e Íñigo Cuesta (4º). En la entrada a Montauriol, Flecha arrancó en un repecho y sacó una ventaja de una quincena de segundos. "Ataqué en el único sitio donde se podían abrir diferencias", explicó luego. Suficiente para cruzar la meta en solitario, muy cerca del lugar donde trabajaba su novia, y para sacar el arco por tercera vez en su carrera para celebrar un triunfo. Ya lo había hecho en sendas etapas de la Vuelta a Aragón y la Bicicleta Vasca. Ahora lanzaba la flecha en el Tour de Francia. Tantas veces soñado.
En la meta esperaba Lourdes, por supuesto, a la que besó con pasión sin importarle la marea de fotógrafos que le rodeaban en la zona. Luego, en la conferencia de prensa, Juato contó su secreto: "Según avanzaba a la llegada, sentí cómo mi corazón me iba acercando a ella". El Flechazo.