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LA RUTA DEL TOUR

Una moto dejó fuera de combate a Raymond Poulidor

Pingeon ganó la etapa de Albi en el Día de Francia. Se marchó en el kilómetro 59 y llegó a tener 12:50' de ventaja.

Poulidor quedó ensangrentado tras su caída del Tour de 1968.
DIARIO ASDIARIO AS

Roger Pingeon arrancó el Tour de 1968 con el dorsal 1, como le correspondía por su condición de ganador de la edición anterior, aquella en la que batió a Julio Jiménez. El francés no llegó en forma en esta ocasión, pero sabía que su etiqueta de campeón le obligaba al menos a intentarlo, así que marcó una fecha en su calendario: el 14 de julio, Día Nacional de Francia, en una maratoniana 15ª etapa de 250 kilómetros entre Font Romeu y Albi.

Pingeon se marchó en el kilómetro 59, en La Chapelle, una cota de cuarta. Nadie salió a su caza y comenzó a acumular una nutrida ventaja hasta alcanzar los 12:50 minutos en el km 175. Podía soñar con la remontada y con el maillot amarillo, porque nadie reaccionaba atrás.

Entonces ocurrió un suceso que cambió el futuro de la etapa y del Tour. Una moto de prensa rectificó su dirección para esquivar a unos espectadores, chocó contra el español Aurelio González, que iba octavo de la general, y este a su vez tocó la rueda de Raymond Poulidor, que sufrió una terrible caída con heridas en la cara, los codos, las rodillas... Al verle rodar por el suelo, el equipo de Janssen y Francia B aceleraron el ritmo. Pou-Pou, escoltado por Bernard Guyot, frenó las pérdidas en 1:05, pero cruzó la meta de Albi muy dolorido y bastante desmoralizado: "No entiendo que alguien pueda atacar a un herido". En la siguiente jornada perdió 9 minutos, por lo que decidió no tomar la salida dos días después de su accidente. Era su primer abandono en siete participaciones.

Aquella caída y aquel acelerón redujeron considerablemente la ventaja de Pingeon, que llegó con 3:18 minutos y se colocó cuarto de la general, aunque por momentos soñó con cotas mayores. El francés también conquistó otra etapa en Grenoble, aquel 17 de julio que vistió de amarillo a Gregorio San Miguel. Sin embargo, este no iba a ser el Tour de Pingeon ni del español, sino del holandés Jan Janssen, que se puso líder el último día en París: el día definitivo.