CICLISMO | VUELTA AL PAÍS VASCO
Alaphilippe se lleva la etapa del 'sterrato' y Yates, eliminado
Jornada con muchos nervios y el francés, uno de los más queridos en el pelotón, se sitúa a cinco segundos de Schachmann, que disputó la etapa en Gorraiz. Landa: "El 'sterrato' era una mierda"
Alaphilippe es uno de los ciclistas más aplaudidos en Euskadi. Por sus ganas de estar en la Itzulia (pisa su segunda participación) y los elogios a la carrera, por su clase y por ser siempre tan ofensivo, le acogen como si fuera un vasco más. El año pasado se impuso en las dos primeras etapas (en Zarautz y Bermeo) y se fortaleció ese idilio. Meses después el corredor de Saint-Amand-Montrond conseguía la victoria en la Clásica San Sebastián. Esta vez sabía que tenía que dejar pasar la crono que abre el telón, porque hay mejores especialistas que él contra las manecillas. Impuso su enorme clase en una llegada muy explosiva, una rampa al 8,5%, cogiendo la línea de sprint después de que se lanzara antes Lambrecht y que estuviera muy atento el líder Schachmann.
El francés del Deceuninck-Quick Step lleva ya ocho triunfos (cuatro menos que el pasado año) y solo estamos en abril. Antes había sumado dos en la Tirreno-Adriático, otros tantos en la Vuelta a San Juan, uno en la Milán-San Remo, uno en la Strade-Brianche y uno más en Colombia. Su equipo iguala al Astana con 21. Inició la remontada y cuando el líder echó mano del cambio se tocaron levemente, pero no dejan de ser cuestiones normales del ciclismo. Su rueda es la buena ahora mismo. Un Valverde con 12 años menos. Fraile se encrespó para participar en esa pelea pero quedó cerrado a 300 metros del final. Kwiatkowski lo intentó, pero entregó la cuchara en el último minuto y el líder de la general (que cogió cuatro segundos en dos sprints bonificados en intensa lucha con Ion Izagirre) terminó sexto en la meta de Gorraiz. El ganador picó un segundo con los siguientes y escala a la segunda plaza de la general. Izagirre está a 23 segundos y Mas, que entró con los de delante, a 28.
Clasificaciones
La etapa fue muy nerviosa, por los seis tramos de 'sterrato' (uno de ellos, el primero en Mutilva, quedó neutralizado). "Está al límite de la seguridad y el espectáculo", resoplaba Indurain en meta, una leyenda que veía al pelotón pasar por su Villaba natal. En ese viaje por caminos de tierra y hormigonados quedó descartado Adam Yates. Tuvo una avería en el peor momento, cuando se rompía el grupo subiendo el muro de Ibiriku, a 16 kilómetros de meta. El Mitchelton-Scott le esperó y tiró a bloque pero fue perdiendo fuelle ante las balas delanteras. Alaphilippe también tuvo un percance, a 30 km, pero era una zona tranquila y pudo cambiar la bici sin problema.
Fue un día que no le gustó para nada a Landa. Acabó enfadado; le preguntaron qué tal estaba y fue monosilábico: "Mal". Mañana corre en casa y el recorrido le va muy bien. "¿El 'sterrato'? Bah, una mierda". Volvió a perder unos segunditos (Daniel Felipe Martínez entró a 6 segundos, el alavés a 9, como Geraint Thomas) y está a 1:06 de Schachmann. Ve complicado amarrar la Itzulia en las dos últimas jornadas. Astana estuvo controlando casi toda la jornada, ordenando el lote, con Movistar muy cerca de su chepa, en muchos casos con tubular más grueso y con menor presión para sortear los tramos de tierra, en la que de inicio se fugaron Bernard, Atapuma, Bravo y Amezqueta. Por fortuna solo llovió lo necesario para ayudar a hacer más estable el piso. El tramo de Azpa, de 1.800 metros a 43,6 km de meta, tras el muro de hormigón de Zaldua, fue el más vistoso, por su complejidad, complicado, por tener la tierra más suelta así como un sube-baja y ligeras curvas.