Alaphilippe no perdona en Strade y sigue la racha del Deceuninck
El francés se adjudicó la clásica italiana con gran autoridad en la última subida. Fuglsang fue segundo y Van Aert repitió su tercer puesto de 2018.
Y ya son 15 las victorias del Deceuninck QuickStep en la presente temporada. Hoy sumó una más y empató con Astana, equipo con más triunfos hasta el momento, gracias a Julian Alaphilippe. El francés se llevó la Strade Bianche dando una lección magistral de estrategia y, sobre todo, de piernas. Jakob Fuglsang fue segundo y Wout Van Aert, tercero.
Los 183 kilómetros con salida y llegada en la localidad de Siena arrancaron con un cuarteto protagonista que buscó la gloria casi de salida: Diego Rosa, Leo Vincent, Nico Denz y Alexandre Geniez. Con el paso de los kilómetros, la fuga se vio reducida a dúo, con Rosa y Denz. Se las prometían felices el Sky y el AG2R con sus respectivos corredores, ya que a menos de 80 kilómetros, la diferencia era mayor a los 3 minutos a su favor.
El pelotón, con los grandes favoritos con el cuchillo entre los dientes, fue reduciendo diferencias paulatinamente aprovechando su mayor número de integrantes para los tramos de sterrato, donde se marcaron las mayores diferencias. Un total de 63 kilómetros sobre grava siempre favorecen al grupo que cuenta con más integrantes al repartir más el desgaste. Con Rosa y Denz casi atrapados, los favoritos olieron sangre y no perdonaron.
Una vez cazado el dúo de cabeza, comenzaron las hostilidades. Nadie quiso faltar a la cita, salvo algún otro nombre importante como los de Nibali o Geraint Thomas (sufrió un pinchazo), y los máximos favoritos estaban en cabeza a falta de 50 kilómetros: Van Avermaet, Stybar, Alaphilippe, Van Aert, Fuglsang... El más valiente de todos ellos fue éste último, quien lo probó desde lejos con duros ataques en plenas ascensiones de sterrato.
Los más fuertes se fueron con él, y ahí no estaba Van Avermaet. Eran Alaphilippe y Van Aert. El campeón de ciclocross tenía ante sí una gran oportunidad de mejorar el tercer puesto del año pasado, pero no lo consiguió. A 20 kilómetros de meta, Fuglsang forzó una vez más la maquinaria, una maniobra que pudo resultar definitiva. Eliminó a Van Aert, pero no lo consiguió con Alaphilippe, su verdugo hoy. Pese a alguna tentativa más por llegar en solitario, Fuglsang no consiguió soltar al francés, que demostrando su gran poderío en este tipo de llegadas, atacó en el repecho final para cruzar la línea de meta en solitario. Gran gestión de Fuglsang, pero perfecta de Alaphilippe. El francés suma ya cuatro triunfos en 2019 y la temporada no ha hecho más que comenzar. Ya ha mandado el primer aviso de cara a las Ardenas...