Valverde y Nairo: “No nos obsesiona el rojo”
El dúo telefónico afronta con tranquilidad una semana con La Camperona, Les Praeres y Lagos y Simon Yates a tiro. "El balance no puede ser más positivo".
La tranquilidad reinó en el hotel del Movistar durante la jornada de descanso de la Vuelta ayer en Salamanca. Tras entrenarse, numerosos aficionados (muchos niños) esperaban en el hall para fotografiarse con los corredores. El más solicitado, un Alejandro Valverde que no oculta que en la ronda española es donde más se divierte. Y más tras haber ganado dos etapas y encontrarse a un segundo del liderato de Simon Yates. Si a eso se le suma que Nairo Quintana se encuentra tercero, a 14, “el balance no puede ser más positivo”.
Su compañero colombiano también sonríe viendo esta Vuelta como “una gran oportunidad”. Reconoce que Yates parece el “más fuerte y activo hasta ahora”, pero no se siente incómodo en su situación, con mucha montaña por delante y la etapa de Lagos de Covadonga del domingo entre ceja y ceja. Allí ganó en la Vuelta 2016 que conquistó: “Será donde más diferencias se harán”. Pero antes el viernes toca final en La Camperona (8,5 km al 7,4% de desnivel medio, con una rampa de 25%) y el sábado en el inédito Les Praeres (4 km con porcentajes de hasta el 20%).
Y es que, aunque la clasificación dicta que es Valverde el que más cerca está del maillot rojo, en Movistar siguen actuando como si fuese Nairo el que tiene la mayor responsabilidad. El murciano está tranquilo, disfrutando, “con el objetivo más que cumplido tras ganar dos etapas”. Si se sigue planteando la general es para “no desaprovechar este estado de forma”. Ya habrá tiempo de pensar en el Mundial (30 de septiembre): “Total, un poco más de desgaste no debe afectar”.
A Nairo la cita de Innsbruck le interesa bastante menos. Aún no ha visto el recorrido. De su boca sólo salen palabras de esperanza de llegar de rojo a Madrid. “El Tour era mi objetivo prioritario, pero ahora tengo buenas piernas. Me encuentro tranquilo, liberado y consciente de que tengo opciones”. Y sabe que para que se cumpla, el equipo será importante que le arrope como ha hecho hasta ahora en momentos clave como el pinchazo camino de Pozo Alcón o la pequeña crisis que tuvo en mitad de La Covatilla. Entre él y sus compañeros (a Carapaz lo ha colmado de elogios) resolvieron los problemas. Si algo le preocupa es que los rivales que hicieron Giro en vez de Tour (Yates, Supermán, Aru...) están “más frescos”: “Ojalá tenga una buena segunda semana”.
Una confianza que también transmite Eusebio Unzué. Lejos quedan “aquellas estrategias que no se pudieron llevar a cabo en el Tour” con un tridente que no estuvo al nivel esperado. Sin Landa lesionado, del que lamenta su baja, apela al difícil control en una carrera como la Vuelta. Aunque sí reconoce que los rivales “posiblemente miren de reojo” esperando a que ellos tomen el mando de la carrera. En el Movistar no tienen prisa. Y coinciden: “El rojo no nos obsesiona”. Porque lo tienen a tiro de piedra.